Tiene 3.000 años, está en Egipto y podría contener los restos de un importante líder militar. Los arqueólogos quieren desentrañar el misterio
Estamos hablando de una estructura funeraria con habitaciones y adornos propios de alguien de relevancia en la sociedad de la época

Son hallazgos que despiertan nuestra curiosidad, quizás influenciados por el cine o por el interés en culturas como la egipcia. Siempre que escuchamos o leemos artículos acerca de descubrimientos arqueológicos, donde se hace mención a tumbas o a reliquias de épocas ya lejanas, muchos imaginamos tesoros, maldiciones o aventuras épicas. En este caso, quizás esta tumba no sea tan cinematográfica, pero sí representa un hallazgo de renombre para los entusiastas del antiguo Egipto.
La tumba del comandante egipcio de 3.000 años de antigüedad
Tenemos que viajar hasta la ciudad de Ismaília, concretamente a Tell Roud Iskander, para toparnos con la tumba de un militar de la época del faraón Ramsés III. Este hallazgo se produjo junto con otras tumbas que databa del período romano y grecorromano y nos enseña cómo eran un enterramiento de un alto rango militar de aquella civilización.

Algunas de las reliquias encontradas en la tumba del militar de alto rango egipcio
Los arqueólogos se han encontrado una cámara principal, tres habitaciones adyacentes y diferentes tipos de reliquias y joyería, habitual en personalidades destacadas del antiguo Egipto, según las declaraciones de Mohamed Abdel-Badie, jefe del Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto, recogidas en el medio Ahram.
También se halló un esqueleto envuelto en capas húmedas de fibras de papiro, un tipo de material que se utilizaba en la época para momificar a los cuerpos que iban a viajar al otro lado. Dado que este esqueleto parece pertenecer a una época posterior, esto sugiere que la tumba habría sido reutilizada. Además, se descubrieron diferentes tipos de vasijas, que se encontraban en buen estado y que estaban fabricadas en alabastro.
Por si te preguntas cómo es posible que los arqueólogos supiesen que estaban ante la tumba de un comandante, fueron los símbolos hallados en su interior los que desvelaron la resolución del misterio. Solamente con los restos de un cetro heka, un tipo de báculo poderoso en Egipto, ya vale para casi constatar su estatus.
Sin embargo, la cosa no se quedó ahí. También se descubrieron más artefactos, como una punta de flecha de bronce, un anillo de oro, cuentas de varios colores y geometrías o una curiosa caja de marfil, que se podría sospechar que serviría para guardar ciertos objetos personales de índole funeraria. Por si fuera poco, también se encontraron inscripciones con el nombre del rey Horemheb, para dar un cariz aún más misterioso al descubrimiento. Mohamed Ismail Khaled asegura:
El yacimiento jugó un papel crucial en asegurar las fronteras del este de Egipto, con fortalezas y baluartes construidos para la defense.