China ha inventado una forma increíble para lanzar misiles: los esconde dentro de estos contenedores secretos
El CSDCS es el nuevo arma de China con el que se busca confundir y sorprender al enemigo. El objetivo es militarizar objetos comunes, en este caso un contenedor para transportar mercancías

El Sistema de Combate de Defensa Marítima Contenerizado (CSDCS por sus siglas en inglés) de China ha generado creciente preocupación entre analistas militares y responsables políticos estadounidenses. Este sistema consiste en plataformas de lanzamiento de misiles ocultas dentro de contenedores de carga estándar, lo que les permite camuflarse como mercancía comercial común. Inspirado en el diseño ruso “Club-K”, el CSDCS fue presentado por primera vez en la Feria Aérea de Zhuhai en 2022 y representa una evolución significativa respecto a su antecesor ruso.
A diferencia del modelo ruso Club-K, que solo podía lanzar misiles Kalibr y Kh-35, el CSDCS chino puede disparar una gama más amplia de misiles, incluidos los antibuque supersónicos YJ-12E, YJ-18E, YJ-83/YJ-62 y el misil antirradiación PL-16. Así de esta manera, y gracias a su adaptación a múltiples roles, el CSDCS puede desplegarse allí donde se requiera una cobertura de misiles de todo tipo para abatir los vehículos o aparatos enemigos. Así lo hemos leído en parte en una noticia reciente publicada en Washington Times
China tiene nuevas plataformas para lanzar misiles y preocupan a Estados Unidos
Los contenedores que albergan este sistema tienen tamaños estándar que vemos en los buques de transporte y pueden instalarse en barcos mercantes, trenes o camiones, lo que dificulta su detección y plantea un serio dilema legal y operativo. Como se asemejan completamente a cargamento civil, atacarlos sin pruebas concretas de amenaza viola las leyes internacionales, lo que podría permitir su uso en ataques sorpresa similares al de Pearl Harbor. En caso de conflicto, especialmente en un escenario de invasión de Taiwán, el CSDCS podría utilizarse para lanzar un ataque inicial contra bases estadounidenses en Guam, Okinawa o Hawái, debilitando la capacidad de respuesta de Estados Unidos.
Los analistas también advierten que el CSDCS estaría integrado en una cadena de destrucción en red, recibiendo datos de satélites, drones, radares costeros y aviones AEW&C, lo que le permitiría atacar objetivos más allá del horizonte visual. Esta capacidad lo convierte en una amenaza particularmente sigilosa y efectiva. Además, los ejercicios militares chinos realizados en octubre de 2024, que incluyeron el uso de barcos civiles para lanzar helicópteros, refuerzan la estrategia de militarización encubierta del sector comercial.
Dado que millones de contenedores entran a Estados Unidos cada año, especialmente desde China, y solo una pequeña fracción es inspeccionada, se abre así la posibilidad teórica de infiltrar armas de este tipo dentro del territorio estadounidense. Figuras como el capitán Jim Fanell y el general Glenn VanHerck han advertido sobre la necesidad urgente de reforzar las inspecciones portuarias para contrarrestar esta amenaza latente. Por otro lado, este tipo de tácticas de esconder o camuflar armas no es algo reciente, ya en la Primera Guerra Mundial se artillaron buques mercantes para poder cazar a los submarinos enemigos que se escondían en las aguas del Atlántico y el Mediterráneo.