Estados Unidos necesita dinero para su ejército y puede que eliminar este misil nuclear sea la solución
Estados Unidos quiere destinar 50.000 millones de dólares a programas útiles para el ejército, pero ese dinero debe salir de algún lado. Este misil aéreo con capacidad nuclear podría ser la víctima de los recortes

Donald Trump ha entrado en su segunda presidencia como un elefante en una cacharrería. El político republicado ha hecho exigencias de todo tipo, incluidas militares. Entre las más destacadas y que han cubierto titulares en los medios se encuentra su petición de crear un escudo antimisiles estadounidense al estilo del que tiene Israel. Por otro lado ha mencionado que va a invertir 50.000 millones de dólares en las fuerzas armadas. Esto último tiene un problema: ¿de dónde sacar esa cantidad? Parece que ya han elegido víctima para los recortes, este misil con capacidad nuclear.
Como decíamos antes Estados Unidos ha iniciado un ambicioso programa de rearme. Ahora mismo el país norteamericano se ha embarcado en upgrades de todo tipo. Sus aviones F-35 son polémicos, pero cada vez reciben mejores armas. En el mar los portaaviones se preparan para protegerse de los drones y en tierra el U.S. Army ya tiene clara su política para trabajar junto a robots. Ahora bien, se necesita más dinero si todos estos programas quieren seguir adelante.
Estados Unidos no necesita un caro misil aéreo con capacidad nuclear
Para conseguir los 50.000 millones prometidos los expertos han señalado que el misil Long-Range Standoff podría ser la víctima a elegir para extraer recursos monetarios. El LRS fue diseñado como un misil lanzado desde el aire con capacidad nuclear. Una vez finalizado el programa debería estar alojado en los bombarderos B-52 y los más modernos B-21. No obstante, el coste de su desarrollo es de nada menos que 16.000 millones de dólares. Una cantidad ingente para diseñar lo que es básicamente una bomba nuclear aérea. Los analistas y en concreto el The New York Post se han preguntado si esto tiene sentido.
De acuerdo con el artículo citado, firmado por Mark Montgomery, la base de la fuerza nuclear de Estados Unidos está en tierra y no el aire. Los silos de misiles intercontinentales repartidos por todo el territorio nacional son suficientes para brindar a las fuerzas armadas su capacidad militar. Por tanto, el desarrollar caros misiles aéreos con esta capacidad parece algo superfluo. ¿Si tienes misiles intercontinentales para alcanzar la otra punta del mundo para qué crear otros nuevos? Más cuando según la administración Trump se han propuesto aumentar la inversión en defensa en nada menos que 150.000 millones de dólares.
Todavía no se ha decidido si finalmente el misil LRS será la víctima de los recortes. A fin de cuentas, las armas nucleares siguen siendo la cúspide de la carrera armamentística. Por eso mismo las autoridades deberán analizar los pros y contras de cancelar este programa. Estaremos pendiente a las novedades que haya al respecto sobre este tema.