BP Solar Trek, el padre de los coches eléctricos con paneles solares
Han pasado 35 años desde que el The Quiet Achiever, también conocido como BP Solar Trek, hiciese su aparición en Australia. Es considerado como el primer coche eléctrico que utilizaba paneles solares para poder desplazarse.
A estas alturas, podemos afirmar con rotundidad que el coche eléctrico estándar será una realidad en el medio plazo, al menos en los países catalogados como desarrollados. Superará las ventas de los coches con motorizaciones tradicionales, pero aún es pronto para cantar victoria.
Ahora parece que todas las compañías están investigando en relación a la tecnología alternativa, pero desde el siglo pasado, muchos proyectos apasionantes quedaron en el olvido. Nissan produjo el Tama, su propio vehículo para el transporte de mercancías. Pero no fue el único modelo adelantado a su tiempo.
El EV1 de General Motors marcó un antes y un después en la industria del coche alternativo. Apenas estuvo operativo unos años, cuando la propia compañía recompró las unidades que había en circulación para destruirlas tras la supuesta presión recibida por gigantes relacionados con el sector.
Otro de los automóviles, bueno, mejor dicho, prototipos que llamó la atención del panorama automovilístico del momento fue el BP Solar Trek. Este extraño vehículo, denominado también The Quiet Achiever, fue el aperitivo de una tecnología que aún no ha logrado instalarse en el mercado.
Su principal peculiaridad es que disponía de paneles solares que actuaban para dotar al coche de electricidad para sus desplazamientos. Hans Tholstrup fue su promotor y, aunque nos parezca muy rudimentario, hay que tener en cuenta que data del año 1982. ¿Por qué siempre será recordado por la visión futurista de sus creadores?
El BP Solar Trek, con 35 años de historia, es un mito
Corría el año 1982 cuando Hans Tholstrup decidió crear un automóvil que pudiese ser conducido gracias a la energía captada por los rayos del Sol. Contó con la ayuda de los hermanos Larry y Garry Perkins para su fabricación, la cual llegaría tras meses de duro trabajo.
Es importante destacar que, curiosamente, contó con el apoyo financiero de la firma petrolera BP, la cual dotó de fondos para la adquisición de la infraestructura de paneles solares y demás componentes necesarios para el movimiento.
Esta tecnología, tras la crisis del petróleo de finales de los años setenta, incrementó su precio de forma notable, por lo que este proyecto requería un gran esfuerzo económico difícilmente asumible por solo una persona.
Tras contar con el respaldo de diferentes patrocinadores, los hermanos Perkins y Tholstrup decidieron emprender una ruta en diciembre de aquel año, una vez que acabaron la versión definitiva. Debían recorrer toda Australia de este a oeste utilizando únicamente la energía solar que los paneles convertían en eléctrica.
El vehículo estaba compuesto, principalmente, por 2 estructuras. Por un lado, el chasis y la carrocería estaban fabricados, sobre todo, con la fibra de vidrio como material más utilizado. Esto le proporcionaba un peso total muy bajo debido a las propiedades que contiene.
Por otra parte, según se puede leer en el portal Snooks Motorsport, el techo se resumía en la disposición de hasta 36 paneles solares capaces de captar energía para que el BP Solar Trek pudiese contar con autonomía para varios kilómetros. Dicho techo tenía una superficie total que rondaba los 8,5 m[sup]2[/sup], lo cual nos hace una idea de sus increíbles medidas.
Debido a su extrema livianez, era capaz de circular por las aburridísimas carreteras sin curvas de Australia a 23 km/h, una velocidad muy baja, pero que permitía extender la autonomía de su conjunto de baterías durante unos kilómetros muy valiosos.
El viaje que cambió la noción de la movilidad alternativa
Entre diciembre de 1982 y enero del año siguiente recorrieron la distancia que cubría las poblaciones de Perth hasta Sídney, es decir, una maratón de más de 4.000 kilómetros que se antojaba como un desafío de gran altura.
Durante esta aventura, al haber contado con el apoyo de varios proveedores, se consiguió crear una esfera en la que miles de personas seguían con atención todas sus escalas. Como es lógico, el The Quiet Achiever recorría gran parte del recorrido durante las horas en las que más incidía la luz del Sol.
Tras conseguir la hazaña tan solo 20 días después de haber comenzado el reto, varias voces comenzaron a creer que el proyecto de paneles solares podría tener mercado. Así es como 5 años después, en 1987, tuvo lugar la primera competición de bólidos solares, la World Solar Challenge.
Esta prueba consistía en recorrer largas distancias haciendo uso únicamente de placas receptivas de la luz solar, celebrándose esta cada 2 años. En la actualidad sigue vigente esta modalidad y, tras la inversión de equipos con más presupuesto, está alcanzando repercusión fuera de las fronteras de Australia.
En el futuro, ¿podría llegar a ser una prueba más admitida por la FIA? Es importante destacar que actualmente la gran mayoría de los equipos que participan tienen como suministradores de material las universidades y otros centros educativos, por lo que puede decirse que todavía no es una gran referencia en el mundo de la competición.