Cargar un coche eléctrico con placas solares: cuánto cuesta y cómo se podría hacer
Cargar un coche eléctrico a partir de energía solar es viable, aunque se necesita una instalación fotovoltaica de gran tamaño para responder a su demanda energética

Cada vez son más las personas que tienen un vehículo eléctrico para cubrir sus necesidades de movilidad del día a día, sobre todo si tienen una rutina definida y pueden cargar las baterías del vehículo en su domicilio, ya sea en un garaje comunitario o en su garaje particular. En este sentido, si formas parte del último grupo y cuentas con un espacio para aparcar tu coche y cargar sus baterías en tu propio domicilio, quizá te hayas planteado la posibilidad de cargar tu vehículo a partir de la energía generada por placas solares.
Cabe destacar que, aunque la inmensa mayoría de los conductores que cargan sus vehículos eléctricos en casa usan la energía de la red eléctrica convencional con una instalación estándar, la opción de utilizar placas solares para cargar el coche es perfectamente viable, pero eso no quiere decir que en muchos casos ser adecuado. Para ello hay que conocer las claves de las instalaciones fotovoltaicas, el consumo de energía del vehículo y, por extensión, la demanda energética que tiene el coche cada vez que se carga. Las cuentas son sencillas, pero se recomienda el asesoramiento de un experto.
- Estudio de la instalación fotovoltaica
- Tipos de instalaciones fotovoltaicas
- Instalación fotovoltaica de autoconsumo
- Instalación fotovoltaica aislada
- Qué necesito para cargar mi coche con placas solares
- ¿Es realista cargar el coche con energía fotovoltaica?
- Paneles solares en el coche, tampoco es solución
Estudio de la instalación fotovoltaica
Como decimos es conveniente que un instalador profesional o experto en la materia haga un estudio sobre la instalación fotovoltaica para comprobar que esta puede responder a la alta demanda energética de un vehículo, muy superior a la que tiene un domicilio estándar. Esta cuestión es clave tanto si se cuenta ya con una instalación fotovoltaica previa como si se está valorando llevar a cabo la inversión necesaria para colocar placas solares en el domicilio. Y no se trata de cuestión baladí porque cargar un coche eléctrico supone un esfuerzo energético alto, superior al precio final de cada carga.
Si se coge el consumo energético de un vehículo eléctrico estándar con una batería de tamaño medio y con una rutina de conducción bastante contenida, que como mucho suponga unos 50 kilómetros diarios, la demanda energética del coche y la capacidad productiva de las placas solares a pleno funcionamiento nos llevan a un escenario en el que se van a necesitar unas seis placas solares para cubrir con ciertas garantías el tiempo de carga de la batería del vehículo. Y no siempre se dispone de espacio para seis placas solares.

Las instalaciones fotovoltaicas más numerosas y recomendables son las de autoconsumo, vinculadas a la red eléctrica convencional
Tipos de instalaciones fotovoltaicas
Más allá del tamaño de la instalación fotovoltaica necesaria para cubrir la demanda de un coche eléctrico, también hay que tener en cuenta las circunstancias del domicilio y el tipo de instalación por la que vamos a apostar, puesto que la inversión a realizar no es pequeña. Existen dos tipos de instalaciones fotovoltaicas, las de autoconsumo y las aisladas.
Instalación fotovoltaica de autoconsumo
Las instalaciones fotovoltaicas de autoconsumo son las más extendidas y recomendables. Por la configuración de la misma se puede utilizar tanto la energía de la red eléctrica como de los paneles solares. Si hay un excedente de energía captada por las placas solares, esta va a la red eléctrica y a cambio se aplica un descuento en la factura de la luz que puede llegar hasta los 5 céntimos por kWh, tarifa de descuento que en cualquier caso está regulada. Esto permite que hasta en los días de menos producción de las placas solares tengamos la energía necesaria.
Como es lógico, cuando entra en la ecuación la carga de las baterías de un coche eléctrico en el consumo de una casa, esta opción de autoconsumo se convierte casi en obligatoria porque la demanda de energía va a ser alta, como venimos explicando. De hecho, lo normal es que las placas solares no generen suficiente energía para atender al consumo doméstico y a la demanda del vehículo, por lo que se tendrá que recurrir de forma habitual a la energía de la red eléctrica. Aun así, las placas solares ayudarán a reducir la factura de la luz y el precio de carga del coche.

La demanda energética de un vehículo es muy superior al que tiene un domicilio convencional
Instalación fotovoltaica aislada
Por su parte, las instalaciones fotovoltaicas aisladas son aquellas que funcionan de una forma totalmente independiente de la red eléctrica. En este caso, la demanda energética de la casa, empresa o terreno depende exclusivamente de la energía generada por las placas solares que se pueda almacenar en un sistema de baterías. En este caso se requiere una instalación de placas solares mayor y una gran capacidad de almacenamiento de las baterías para responder cuando es de noche o el día es nublado.
Este tipo de instalaciones son más complejas a nivel técnico y necesitan mayor espacio al requerir un gran número de placas solares y baterías. Para este tipo de instalaciones el citado estudio energético se convierte casi en una obligación, porque responder a la demanda de un coche eléctrico supera con creces, como ya hemos dicho, al que existe en un domicilio. Eso sí, este tipo de instalaciones hacen que no tengas que estar conectado a la red eléctrica, por lo que no se tiene que pagar la factura de la luz.

Hay que tener en cuenta el uso que hacemos del vehículo eléctrico, su demanda energética y el consumo del domicilio a la hora de definir la instalación fotovoltaica
Qué necesito para cargar mi coche con placas solares
Como hemos venido hablando de la alta demanda energética de un vehículo eléctrico dentro de una instalación fotovoltaica, lo mejor es poner números a esta afirmación. En primer lugar, hay que tener en cuenta el consumo del vehículo (kWh) y el consumo de la propia vivienda. Un vehículo eléctrico estándar para recorrer unos 50 kilómetros consume en torno a 7 kWh de media. Por su parte, cada placa solar de 1,5 metros cuadrados es capaz de generar entre 1,5 kW y 5 kW por día con unas 10 horas de sol, según el tipo y material de la placa solar.
Haciendo cuentas rápidamente, para conseguir cubrir este consumo de 7 kWh de un coche eléctrico estándar se necesitan como mínimo dos placas solares generando energía a pleno rendimiento (5 kW) para cubrir también la demanda doméstica. Si tenemos en cuenta que las placas convencionales generan bastante menos energía, del orden de 1,5 kW cada 7 horas (2,14 kW cada 10 horas), el resultado es que se necesitan entre cuatro y cinco placas solares para cubrir la demanda energética del coche y del domicilio. De hecho, según factores como el clima, el número puede crecer hasta las seis placas.
¿Es realista cargar el coche con energía fotovoltaica?
La respuesta es sí, aunque con matices. A tenor de lo todo lo comentado, cargar un vehículo eléctrico a partir de una instalación fotovoltaica de autoconsumo es factible, ya que si no se cubre la demanda energética total del coche se recurrirá a la energía de la red eléctrica. Al no contar con este respaldo en las instalaciones aisladas, la cuestión de cargar un coche eléctrico se complica por los datos que hemos expuesto, ya que se requieren no menos de cuatro o cinco placas solares y un sistema de baterías adecuado para almacenar esta energía.
Además, hay que tener en cuenta que en todo momento hemos estipulado un consumo para el coche eléctrico bastante contenido, partiendo de una rutina diaria con un recorrido máximo de 50 kilómetros. Si la distancia recorrida es mayor y el consumo del coche eléctrico también, la demanda energética va a ser mucho mayor, haciendo que cargar el vehículo eléctrico sólo con energía procedente de una instalación fotovoltaica se convierta en una tarea casi imposible, salvo que se cuente con un volumen de placas solares muy alto.

El Lightyear One es uno de los pocos vehículos que explora la tecnología solar integrada en su carrocería
Paneles solares en el coche, tampoco es solución
Llegados a este punto, quizá la pregunta es por qué no existen coches eléctricos con placas solares en su carrocería. Si bien hay prototipos que exploran esta posibilidad, las placas solares pueden comprometer la seguridad del vehículo, el espacio disponible tampoco es enorme -del orden de seis metros cuadrados- y el rendimiento y efectividad de estas placas solares es mucho menor que las presentes en una instalación fotovoltaica al uso. De hecho, apenas se aprovecha el 20% de la energía que genera para propulsar el vehículo.
Por ende, la tecnología de las placas solares en el propio coche no parece una solución a corto plazo, por mucho que su instalación permitiese tener una fuente de energía dinámica mientras se circula. Por ahora, la energía solar está lejos de ser autosuficiente para mover un vehículo e incluso no es solución como complemento de un sistema eléctrico convencional, incluso si las placas solares puedan permitir que las baterías sean de menor tamaño al no tener que almacenar tanta energía para mantener su autonomía.