Cómo conducir de forma segura si está lloviendo
¿Te produce estrés conducir durante una tormenta? Sigue nuestros consejos.
La meteorología es un factor más que puede jugar en nuestra contra mientras vamos al volante. Cuando comienza a llover, hay que tomar una serie de precauciones extra para que así podamos seguir circulando de forma segura. Conducir bajo la lluvia no es difícil, pero sí que hay que prestar mucha más atención a la carretera, pues en condiciones de baja adherencia, los accidentes son bastante más frecuentes.
Las condiciones de lluvia provocan que muchos conductores se pongan más nerviosos. Otros, no saben muy bien cómo adaptar la conducción a la situación, lo que les hace asumir riesgos innecesarios. En este artículo vamos a repasar todo lo que deberíamos hacer si estamos conduciendo y comienza a llover. De este modo, iremos mucho más tranquilos al mismo tiempo que estaremos bastante más preparados para hacer alguna maniobra rápida de seguridad en caso de que nos veamos envueltos en una situación complicada.
- Ten siempre tu coche preparado para la lluvia
- Cómo circular bajo la lluvia
- Aumenta la atención
- ¿Marchas largas o cortas?
- Evita que se te empañen los cristales
- Luces antiniebla. ¿Puedo utilizarlas?
- Disminuye la velocidad y conduce con suavidad
- Ve por el carril seco y evita pisar las líneas
- Ayúdate de alguna aplicación
- Mucho cuidado con los charcos
- No uses el control de crucero
- Ten un extra de precaución con los vehículos grandes
Ten siempre tu coche preparado para la lluvia
Tu coche debe estar simepre bien preparado para conducir bajo una tormenta
Aunque en España tenemos una ITV bastante exigente, vamos a detenernos en primer lugar en este punto. Cuando empieza a llover, quieres tener un coche en buen estado. Como ninguno de nosotros tiene una bola de cristal para saber si va a llover o no —y los meteorólogos no siempre aciertan con sus previsiones—, lo único que está en tu mano es tener el vehículo en buenas condiciones para conducir bajo la lluvia. No importa que sea febrero o agosto.
Estado de los neumáticos
Lo primero y fundamental son los neumáticos. Si usas unas gomas que están en las últimas, no van a poder desalojar agua, por lo que parecerá que te deslizarás por el hilo. ¿Alguna vez te has resbalado con unas chanclas que estaban totalmente lisas? Pues lo mismo le ocurre a tu coche si circula con las «suelas» gastadas. Eso sí, con consecuencias mucho más graves en caso de que tengamos un percance.
La presión de las ruedas también es importante. Llevarlas muy vacías puede aumentar la probabilidad de hacer aquaplaning.
¿Qué profundidad debe tener el surco de un neumático?
Según la DGT, la profundidad debe ser de 1,6 milímetros como mínimo. No obstante, no es recomendable circular con unas ruedas tan gastadas, pues ese poco surco afecta bastante a la adherencia y a la capacidad de evacuar agua.
Luces
Cuando comienza a llover, el cielo se oscurece. Aunque se vea bien, tenemos la obligación de encender las luces para aumentar nuestra visibilidad. Las bombillas delanteras y traseras deben estar en buen estado. Respecto a las ópticas, no será fundamental que estén perfectas, pero sí lo suficiente como para poder pasar una ITV sin que nos den un toque de atención.
Limpiaparabrisas
Hay que comprobar el estado de los limpiaparabrisas con asiduidad
Las escobillas parecen simples, pero necesitamos que funcionen correctamente. Pocas cosas son tan frustrantes como conducir durante una lluvia fuerte con unas escobillas que no retiran bien el agua o que hacen sonidos agudos y desesperantes. Si tus limpiaparabrisas hacen ruido, pero siguen limpiando bien, echa un vistazo a esa guía para solucionar el problema.
Las escobillas se gastan con el uso y se deterioran por la exposición a la luz. También hay que limpiarlas con agua y jabón de vez en cuando para retirar la capa de polvo y grasa que se va formando en ellas. Hay que echarles un ojo de vez en cuando y sustituirlas en caso de que notemos que ya no hacen correctamente su función.
Otros sistemas de seguridad
Hablamos de suspensión, frenos y dirección. No deberíamos sacar el coche de la plaza de aparcamiento si tenemos problemas en algunos de estos sistemas, pero no está de más recordarlo.
Cómo circular bajo la lluvia
Utiliza las luces adecuadas y conduce con mucha suavidad y anticipación ante una situación de tormenta
Siguiendo estos consejos, circularás bajo la lluvia con mucha más confianza y cometerás muy pocos errores:
Aumenta la atención
La mejor forma de conducir en condiciones de lluvia es en silencio, especialmente si la tormenta es intensa. No tienes que ponerte nervioso, pero sí que tienes que tener todos los sentidos puestos en la carretera para tener mejor anticipación. Así, podrás ver con anterioridad una situación de peligro, un charco o algún objeto en la carretera para poder esquivarlo sin hacer movimientos bruscos.
¿Marchas largas o cortas?
La mayoría de los coches que se venden en la actualidad son automáticos. Será el propio ordenador el que decida la mejor marcha para circular en cada momento. En el caso de llevar un coche manual, deberías cambiar la forma de conducir en momentos de lluvia.
Cuando comience a llover, intenta circular en una marcha más larga que la que usarías en condiciones de seco. ¿Por qué? Las marchas más largas proporcionan menos par a las ruedas, lo que hace que el vehículo sea menos propenso a patinar.
En el caso de que utilices un vehículo con transmisión automática con posibilidad de cambio manual, puedes utilizarlo para pasar a una marcha más larga. Si dispones de un sistema overdrive, también puede ser una buena oportunidad de darle uso.
Evita que se te empañen los cristales
¿Quién no se ha puesto nervioso alguna vez por no saber desempañar los cristales?
El vaho en el cristal suele poner de los nervios a muchos conductores, especialmente a aquellos que no tienen demasiadas horas de vuelo. Comienza a llover, pones los limpiaparabrisas a funcionar, enciendes las luces y, cuando quieres darte cuenta, el cristal está totalmente cubierto de vapor.
Lo primero y fundamental es poner el aire en el modo que sale directamente hacia el parabrisas. En invierno, lo normal es poner el aire caliente, pero esto también funciona con aire frío, pese a que tarda algo más en hacer efecto. Esto último es importante saberlo para cuando llueve en primavera o verano. No es necesario que te ases dentro del habitáculo.
Además, hay otro pequeño detalle que no se dice tan a menudo. Además de dirigir el aire hacia la luna delantera, hay que activar la recirculación de aire desde el exterior. Si dejamos el modo en el que recirculamos el aire del interior del habitáculo, la humedad se seguirá concentrando.
Luces antiniebla. ¿Puedo utilizarlas?
Si llueve con mucha intensidad, puedes utilizar las luces antiniebla de tu coche. La normativa obliga a utilizar las traseras en caso de que la visibilidad sea inferior a unos 20 metros. Además, ayudaremos a otros conductores a que sigan la línea de la carretera. El reglamento es bastante ambiguo en cuanto al uso de estas luces en ciudad, por lo que no es recomendable usarlas en este caso, ya que pueden deslumbrar a otros usuarios.
Si hay lluvia fuerte con neblina, puedes utilizar también las delanteras, en caso de que tu coche disponga de este sistema. Si desaparece la niebla o baja la intensidad de la lluvia, debes apagar las luces antinieblas. Utilizarlas sin motivo nos costará 200 euros, siendo esta una de las típicas multas de la DGT que nadie conoce.
Disminuye la velocidad y conduce con suavidad
Esto nos lo enseñaron en la autoescuela, pero, a juzgar por lo que vemos en las carreteras, hay que repasarlo también. Con el suelo mojado, tenemos que bajar la velocidad y evitar los movimientos bruscos. Al disminuir la adherencia, estaremos totalmente expuestos ante un imprevisto.
Deja a un lado las prisas cuando circules sobre mojado. Mueve el volante con suavidad y no pegues acelerones. Tampoco hagas frenazos bruscos. No importa lo seguro y moderno que sea tu coche en este escenario. Da igual que tengas un coche de alta gama o un utilitario de hace tres décadas. Si la capa de agua impide que el coche tenga contacto con el suelo, no hay sistema de ayuda electrónica que te pueda ayudar en caso de que pierdas el control.
Ve por el carril seco y evita pisar las líneas
A menos que estés bajo una lluvia exagerada, lo normal es que se vaya formando un pequeño carril seco paralelo en la zona en la que pasan los coches. Los neumáticos evacúan agua y quedará una parte menos húmeda. Lo ideal es no salirse de ese surco para que las ruedas puedan agarrarse al asfalto lo máximo posible.
Del mismo modo, hay que evitar, en la medida de lo posible, pasar por encima de las marcas de señalización vial. Al estar pintadas, resbalan mucho más, pues el agua no filtra por su superficie. Un movimiento brusco al pasar por una de estas líneas nos podría hacer perder el control del vehículo.
Ayúdate de alguna aplicación
Además de estar en dispositivos móviles, Waze se puede integrar en Android Auto y Apple CarPlay
Hazlo solo si tienes ya la costumbre de utilizarlas, pues, de lo contrario, te distraerás e irás en contra del primer punto del que hemos hablado. Puedes utilizar aplicaciones de alertas de lluvia como Accuweather o incluso una app para conductores como Waze o Google Maps, con la que sabrás saber de antemano las rutas que están colapsadas de coches.
Mucho cuidado con los charcos
Mide bien la profundidad y toma muchas precauciones antes de pasar
Si tienes que pasar obligatoriamente por un charco, mucho cuidado. Obviamente, hablamos de un charco que se pueda cruzar. Internet está repleto de vídeos virales de gente demasiado optimista con este tema y que acabaron bastante mal.
Un charco se tiene que pasar a baja velocidad. Aquí tenemos un primer problema, y es que tenemos que reducir la velocidad. Si pisamos el freno intensamente, echamos papeletas para experimentar aquaplaning. De ahí que el freno motor sea la mejor opción en esta situación. También es importante mantener el volante firme y sujetado con las dos manos.
Una vez pasemos el charco, recuperaremos la marcha larga que llevábamos antes. Además, podemos retirar el exceso de agua de los frenos haciendo un frenado muy suave durante un par de segundos.
No uses el control de crucero
Aunque haya que circular a velocidades más bajas, no utilices el limitador de velocidad
Aunque es un gran invento que nos salva día a día de recibir multas por despistarnos, no deberías utilizar el control de velocidad si está lloviendo. No importa que la carretera esté limitada a 80 km/h y que establezcas la velocidad a 60.
El motivo es que el aquaplaning y control de crucero no se llevan nada bien. Si pierdes el contacto con el asfalto y este automatismo está activado, el coche podría responder acelerando, aumentando todavía más las probabilidades de perder el control.
Además, usar el control de crucero impide que modifiques tu velocidad en función de las condiciones cambiantes de la carretera. En una situación de lluvia, puede ser necesario cambiar tu ritmo con más frecuencia para adaptarte a las condiciones y mantener la seguridad. Por tanto, en condiciones de lluvia, conduciremos como a la antigua usanza.
Ten un extra de precaución con los vehículos grandes
Ten mucho más cuidado a la hora de adelantar a camiones y autobuses durante la lluvia
Los autobuses y camiones se vuelven más peligrosos cuando llueve. Al tener más peso y contar con unos neumáticos con mayor pisada, también producen más cantidad de spray, por lo que dificultan la visión al resto de conductores.
Llevarlos detrás tampoco será buena noticia. Al tener un mayor peso, también tienen distancias de frenado superiores, por lo que deben aumentar más la distancia de seguridad. Las personas que llevan estos vehículos son profesionales y saben conducir muy bien, por lo que no deberían ponernos en riesgo. Cuando adelantes a uno de estos vehículos en carretera, vuelve al carril derecho dejando mucha más distancia de lo habitual. De este modo, les habremos facilitado el trabajo de dejar ese margen de seguridad, maniobra que beneficia tanto a ellos como a nosotros.