Cuánto cuesta instalar un cargador de coche eléctrico
El precio puede oscilar de manera ostensible según el tipo de cargador, potencia de carga y requerimientos de instalación. De media, su precio ronda los 1.000 euros.

A la hora de comprar un vehículo eléctrico, uno de los factores determinantes para el usuario medio es el ahorro que supone la utilización de un coche que utiliza energía eléctrica en lugar de combustible fósil, por el precio que tiene tanto el Diésel como la gasolina. Sin embargo, muy pocos consumidores tienen en cuenta que para cargar nuestro vehículo eléctrico en nuestro domicilio u otra propiedad hay que hacer una inversión más o menos importante para instalar un punto de carga.
El precio de instalación de un punto de carga eléctrico para nuestro vehículo depende de muchos factores, siendo el fundamental el tipo de cargador a instalar según las demandas de nuestro coche. Además de esta cuestión, hay que tener en cuenta para calcular el precio final el tipo de vivienda o empresa que tenemos, el lugar en el que se va a instalar el punto de carga y los metros de cable necesarios para adecuar la instalación. Además, hay otros gastos añadidos a sumar que quedan camuflados por no ser directos.
- Tipos de cargadores para un coche eléctrico
- Tipos de conectores de un vehículo eléctrico
- Precio de un cargador de coche eléctrico
- Costes de instalación de un cargador de coche
- Cómo abaratar la instalación
Tipos de cargadores para un coche eléctrico
El primer paso para saber el coste de instalación de un punto de carga de un coche eléctrico o híbrido enchufable (PHEV) es saber qué tipo de cargador existen y que conector tiene el vehículo en cuestión, así como la potencia de carga del coche y qué necesito exactamente para cargar un vehículo eléctrico en casa. El cargador puede ser de corriente alterna -los más habituales en los domicilios- o de corriente continua -destinados a empresas o lugares públicos-. La velocidad de carga de los primeros es más lenta, pero también los puntos de carga son más baratos. Los cargadores de corriente alteran son los denominados puntos de carga rápida.
Hoy en día, todo vehículo eléctrico se puede cargar por corriente alterna o continua, siendo el punto clave dónde se realiza la conversión de la energía. Al final, un coche eléctrico demanda corriente continua, por lo que si se carga por corriente alterna la conversión se hace en un rectificador interno que tiene el vehículo. La energía que sale de ese inversor es la que propiamente carga las baterías. En los cargadores de corriente continua, esta conversión se hace en la propia estación de carga y la energía va directamente a las baterías del vehículo.

Conocer el conector y la potencia de carga de nuestro coche eléctrico nos puede ayudar a saber el precio final de la instalación del punto de recarga.
Tipos de conectores de un vehículo eléctrico
Dando por bueno que estamos hablando de un punto de carga doméstico y qué, por ende, será de carga alterna, hay que tener en cuenta el conector del vehículo. Aunque existen hasta seis tipos de conectores diferentes, según el tipo y potencia de carga, en términos prácticos hay dos que nos interesan. El primer tipo de conector es el 'Schuko', comúnmente conocido como 'enchufe doméstico'. El segundo es el conector 'Tipo 2' (IEC 62196-2), modelo que recibe el nombre de 'Mennekes', ya que el 'Tipo 3' está actualmente en desuso.
El conector 'Schuko' no requiere prácticamente de instalación y sólo es necesario tener un enchufe en el garaje o lugar de estacionamiento. El problema de esta opción son los tiempos de carga, ya que suele estar limitada a 10 A y 2,3 kW de potencia. Si se opta por esta solución, la más económica al no requerir instalación de un punto de carga específico, por normativa hay que instalar un circuito exclusivo desde el contador hasta este enchufe, con protecciones eléctricas dedicadas que resistan la intensidad requerida durante los largos periodos de carga.
Si se quiere una carga rápida se debe optar por un cargador de pared o 'wallbox' adaptado a las exigencias de los conectores Tipo 2. Estos dispositivos permiten disponer de una potencia de carga superior y la oferta es realmente amplia, desde los más básico hasta los que permiten controlar el estado de la carga del vehículo desde el móvil. Este tipo de cargador permite desde cargas monofásicas de 16 A hasta trifásicas de 63 A, lo que se traduce en potencias desde los 3,7 kW hasta los 44 kW.
Precio de un cargador de coche eléctrico
A partir de lo expuesto y dejando a un lado la opción del cable con 'wallbox' intercalado -con un precio de 150 a 400 euros- por los largos tiempos de carga al usar una conexión doméstica 'Schuko', la opción habitual es la instalación de un 'wallbox' de pared con una toma específica. El precio de estos dispositivos va de los 750 a los 1.500 euros según las funciones adicionales que pueda tener la estación de carga y la potencia que ofrezca. Se calcula que el coste medio de la instalación de un 'wallbox' ronda los 1.040 euros.
Analizando los precios de uno de los grandes proveedores de este tipo de dispositivos, por un precio en torno a los 750-900 euros se puede adquirir un 'wallbox' con conector Tipo 1 o Tipo 2 con potencia máxima de carga de 7,4 kW (monofásica) o 22 kW (trifásica) que permite la carga casi de cualquier vehículo del mercado. Pese a ser la opción más básica, incorpora WiFi para controlar la recarga del vehículo y minimizar la misma cuando el resto de la vivienda necesita un aporte extra de energía.

Cada vez son más las marcas que incluyen su propio 'Wallbox' con sus coches eléctricos o híbridos enchufables.
Costes de instalación de un cargador de coche
Al precio medio de 1.040 euros del 'wallbox' hay que sumar el coste de instalación del punto de carga. En caso de vivienda unifamiliar es más económico, pero en garajes comunitarios el precio puede crecer ante la necesidad de conectar el punto de recarga con el contador de la vivienda directamente o por la instalación de un contador adicional y exclusivo para el punto de recarga. A mayor complejidad de la instalación, mayor será el coste en materiales, cable o mano de obra.
El conste de instalación por un profesional cualificado tiene un precio inicial de 500 euros, con el cableado necesario para una instalación 'básica', que suele considerarse una conexión de menos de 10 metros entre el 'wallbox' y el contador. Como decíamos antes, si existe una gran distancia entre estos dos elementos al tratarse de un garaje comunitario o la instalación es más compleja de lo habitual, el precio final se puede incluso hasta duplicar y alcanzar un importe de 1.000 euros. Por eso es importante saber cuántos metros de cable necesitamos para montar el punto de recarga.
Permisos necesarios para la instalación de un cargador
En el caso de garajes comunitarios, cabe recordar que la única obligación legal para instalar un punto de carga individual -conectado directamente con el domicilio- es notificar por escrito a la comunidad de vecinos la intención de instalar el punto de recarga. En caso de necesitar la instalación de un contador específico, el procedimiento es similar y no suele requerir la aprobación en junta, algo que sí se requiere para la instalación de contadores grupales para varios vehículos eléctricos de distintos propietarios.

Aprovechar los recursos que ofrecen los fabricantes, las compañías eléctricas y el Plan MOVES III puede suponer un importante ahorro.
Cómo abaratar la instalación
La compra e instalación del punto de recarga tiene un precio final que va desde los 1.250 hasta los 2.500 euros aproximadamente, lo que dibuja un coste medio aproximado de 1.875 euros. Sin embargo, el desembolso puede no terminar ahí, ya que seguramente se necesite contratar una tarifa especial para poder responder a la demanda eléctrica del vehículo y del domicilio. Sin embargo, este coste extra que no suele ser contemplado puede ser también la solución perfecta para abaratar el coste de instalación del 'wallbox'.
Cada vez son más las compañías eléctricas que incluyen un importante descuento o incluso la instalación gratuita del 'wallbox' por contratar sus tarifas especiales, dispositivo que por otra parte también en ocasiones está incluido por el fabricante del coche eléctrico. Además, hay que tener en cuenta que el Plan MOVES III contempla la bonificación de hasta un 80% del coste de instalación de puntos de recarga domésticos.
En caso de optar por un 'wallbox' básico y contar con una instalación sencilla, aprovechando las ofertas de las compañías eléctricas, el coste final de todo el proceso se puede reducir al propio precio de compra del punto de carga si no está incluido con el vehículo. En caso de no querer utilizar esta vía, las bonificaciones del Plan MOVES III pueden permitirnos que el coste final esté por debajo de los 1.000 euros, a sumar entre el coste de compra del 'wallbox' y el 20% de los gastos de instalación. Este precio final se debe sumar al importe extra de la tarifa eléctrica para saber cuánto nos cuesta carga un coche eléctrico.