Los coches eléctricos cada vez serán más duros. Esta batería puede estar bajo el agua sin estropearse
La batería cuenta con clasificación IP68 y un mecanismo de corte de energía de emergencia ultrarrápido de 2 milisegundos

Algo que siempre nos han dicho es que la electricidad/electrónica y el agua no se llevan nada bien. Sin embargo, desde hace años vemos cómo los fabricantes quieren que estos dos mundos interactúen sin que suponga un riesgo para el propio dispositivo ni el usuario que lo utiliza. Los más comunes son los teléfonos inteligentes, anunciados para resistir inmersiones accidentales o de corta duración.
No obstante, también hay cámaras deportivas tipo GoPro o relojes deportivos con certificación específica que están diseñados para no sufrir daños mientras se utilizan por largos períodos de tiempo en aguas abiertas o la piscina. Pero ¿qué pensarías si te hablo sobre una batería para vehículos eléctricos muy resistente al agua?
Si bien es cierto que muchos vehículos eléctricos no están pensados para sumergirse o circular por el agua, los accidentes existen, y siempre cabe la posibilidad de que uno caiga a un río, a un lago o al mar. Un grupo de investigadores ha desarrollado una batería que ha sobrevivido a una inmersión en agua salda durante nada más y nada menos que 54 horas sin rayarse ni producir chispas.
La batería estuvo sumergida en agua salada durante casi 54 horas. Funcionaba correctamente
Muchos de los vehículos eléctricos más prometedores e interesantes proceden de China. El país asiático se ha propuesto convertirse en líder mundial tomando medidas para que las baterías de los coches sean muy seguras y ofrezcan gran autonomía. De hecho, a partir de 2026 estará prohibido que las baterías de los vehículos eléctricos chinos exploten o se incendien durante dos horas tras producirse el daño, incluso habiendo fuga térmica.
Chery Automobile, fabricante de automóviles chino fundado en 1997 con sede en Wuhu, avanzó, el pasado 17 de junio, a la segunda fase de su Desafío de Seguridad Global, realizando pruebas críticas en Indonesia para validar la seguridad de la batería en condiciones de alta humedad. El ejercicio es parte del sistema de evaluación de seis escenarios de Chery, que incluye entornos de calor, frío, sequedad, humedad, alta velocidad y terreno accidentado.
En Yakarta, la atención se centró en la humedad extrema, que es un factor muy estresante para los sistemas de baterías de los vehículos eléctricos. Los tests se centraron en el rendimiento de la batería Guardian patentada por Chery. Esta se sometió a una inmersión continua de 53 horas y 51 minutos en agua salada, diseñada para simular las condiciones de alta humedad que podrían ocurrir en despliegues tropicales o costeros.
Alrededor de 80 medios de comunicación, así como expertos de la industria local y personal regulador, estuvieron presentes durante la prueba para validar el procedimiento. Tras la inmersión, se instaló la batería en un vehículo, al cual alimentó en el primer intento y suministró energía estable durante una prueba de conducción controlada. Durante ni después de la fase de conducción se registraron anomalías.
Esta sorprendente batería cuenta con clasificación IP68, lo que le otorga protección contra el polvo y el agua. Además, cuenta con un mecanismo de corte de energía de emergencia ultrarrápido de 2 milisegundos y un rango de temperatura de funcionamiento que varía de -35 ºC a 60 ºC. Por otro lado, la batería incluye un sistema de monitorio de estado en tiempo real.