Los coches eléctricos tienen un nuevo problema no relacionado con sus baterías: las personas a bordo se marean más
Los coches eléctricos no emiten las señales sonoras y físicas propias de los motores de combustión interna de gasolina a los que estamos tan acostumbrados

Comprar un coche nuevo no es una decisión que se deba tomar a la ligera. Hay que sopesar varios factores, como el presupuesto del que se dispone, el uso que se le va a dar y si se prefiere uno de gasolina "convencional" o uno eléctrico, que están muy de moda y cuya adopción no para de aumentar en todo el mundo.
Mucha gente es reticente a dar el salto a un coche eléctrico por puro desconocimiento. Sus dudas se resolverían investigando un poco más acerca de ellos. Uno de los elementos que más intranquilidad genera de este tipo de vehículos es la batería. "¿Una carga será suficiente para llevarme de casa al trabajo y del trabajo a casa?" o "He visto vídeos de teléfonos cuyas baterías explotan mientras los están utilizando o recargando. ¿Puede pasar lo mismo con un coche eléctrico?" son algunas de las preguntas que se hacen cientos de miles de personas alrededor del mundo.
Lo cierto es que, efectivamente, un coche eléctrico puede explotar. Si bien es extremadamente raro que ocurra, no es imposible. China ha tomado cartas en el asunto para evitar que ocurra, prohibiendo que las baterías exploten o se incendien en un plazo de dos horas desde que entran en fallo, manteniendo la seguridad de los pasajeros. Un fabricante de baterías ya ha presentado su modelo "sin fuego, sin explosiones". Las marcas ahora se están enfrentando a otro problema: los compradores de coches eléctricos aseguran que se marean más que con los de gasolina.
El motion sickness sería el culpable de que tanta gente se maree al montar en coche eléctrico
Un creciente número de propietarios y pasajeros de vehículos eléctricos de última generación están reportando que sienten más náuseas y mareos al utilizarlos, sobre todo si se encuentran en los asientos traseros, lo que ha provocado que se inicien nuevas investigaciones sobre las causas para descubrir posibles soluciones.
William Emond, estudiante de doctorado especializado en mareos en la Universidad Tecnológica de Belfort-Montbéliard (Francia), explicó a The Guardian que "un mayor mareo en los vehículos eléctricos puede atribuirse a la falta de experiencia previa, tanto como conductor como pasajero, ya que el cerebro no puede estimar con precisión las fuerzas del movimiento porque dependen de la experiencia previa en otros tipos de vehículos.
Las personas están acostumbradas al rugido del motor o las vibraciones del chasis de los vehículos con motores de combustión interna, y dichas señales físicas advierten al cerebro de las aceleraciones y desaceleraciones. Por el contrario, los motores eléctricos casi silenciosos de los nuevos vehículos no emiten esas señales de advertencia, dejando al cerebro que "adivine" cuándo el coche cambiará de velocidad o dirección.
Hay estudios que parecen reforzar estas observaciones. Uno de 2024 identificó una fuerte conexión entre la gravedad del mareo por movimiento y las vibraciones específicas de los asientos de los coches eléctricos, mientras que otro de 2020 profundizó en la ausencia de ruido del motor como un factor significativo. Así que el silencio y la suavidad de los vehículos eléctricos podrían privar al cerebro de información sensorial importante para predecir el movimiento.
Detrás de esto se encuentra el curioso fenómeno neurológico conocido como 'mareo por movimiento' (motion sickness, en inglés), el cual se produce por una discordancia entre las señales que envían al cerebro, los ojos, el oído interno y el cuerpo. Cuando estas señales entran en conflicto, el cerebro puede desencadenar síntomas de náuseas, mareos y malestar. Las personas que hayan experimentado con cascos de realidad virtual habrán experimentado esta sensación. Jugar a títulos de VR acaba provocando mareos, náuseas y sudores a los usuarios primerizos.