Por qué no es fácil instalar postas de recarga en farolas
¿Por qué no aprovechar la infraestructura de iluminación de la ciudad para la carga de coches eléctricos? Esta solución podría estandarizar esta variante, pero no todas las farolas son compatibles con esta tecnología.

El coche eléctrico avanza a un ritmo creciente, pero insuficiente. Su mayor precio en el mercado, menores números en relación con la autonomía que la mecánicas tradicionales o la desinformación que posee el consumidor medio, hacen que los registros de ventas sigan una tendencia demasiado suave.
Otro de los principales puntos donde se concentra la debilidad de esta alternativa reside en la pobre infraestructura que hay en el mercado. Las estaciones de recarga de los coches eléctricos todavía son insuficientes, por lo que es preciso formalizar un plan para incrementar la presencia de un mayor número de puntos.
Todavía queda mucho por hacer para estandarizar las mecánicas eléctricas
Pese a que existen diversos programas como la red Ionity o la que instalará la compañía E.ON a lo largo de los próximos años, lo cierto es que deberán acometerse nuevos planes de acción para incentivar las mecánicas eléctricas.
Ahora bien, en el medio urbano, ¿por qué no aprovechar instalaciones que tenemos cada pocos metros? El sistema de alumbrado podría contar con todo lo necesario para ofrecer una solución que podría comenzar a implementarse en el corto plazo. No obstante, una serie de limitaciones harán inviable este tipo de proyectos en muchas ciudades.
La competitividad entre zonas geográficas en relación al coche eléctrico podría tener sentido en función de cómo se hubiese instalado la iluminación en el pasado. ¿Por qué? Te lo explicamos a continuación.
Por qué en Londres proliferan las farolas como puntos de carga
Los coches eléctricos en ciudades como Londres están encontrando una nueva forma de cargar sus baterías. Empresas como Ubitricity permiten acoplar al poste de la luz un cable que cuenta con un transformador para poder cargar el coche con conjunto de baterías. Esto hace que sea posible la recarga en los espacios públicos mientras se está estacionado.
Esta solución reúne todos los condicionantes para triunfar en el mercado. La popularización del coche eléctrico podría estar unida a la estandarización de este sistema, pero tal y como se puede leer en el portal Echo, no podrá materializarse en todos los casos. La clave de esta tecnología está en la manera de implementar el programa de alumbrado.
Este tipo de instalación depende de cómo sea el sistema utilizado del alumbrado público
Existen 2 métodos de instalación de obra pública en relación con las farolas. Por un lado, cada una puede unirse a la red eléctrica de forma separada, lo que equivaldría al ejemplo utilizado en ciudades como Londres. Por el otro, varias de ellas están conectadas a un pilar general que, a su vez, está conectado a la red.
Este es el motivo por el cual unas podrán ser fruto de la instalación de las postas de recarga eléctricas y otras no. La polémica en cuestión ha tenido lugar en la ciudad de Darmstadt, donde un partido político ha llevado la iniciativa de instalar esta solución, pero que no ha seguido adelante por su nula forma de implementación.
Qué consecuencias derivan de uno u otro modelo de gestión
Las tecnología eléctrica requiere de la disposición de puestos de recarga eficientes. La instalación de soluciones como la llevada a cabo por Ubitricity podría ser una buena manera para incentivar la conducción eléctrica, pero no podrá estandarizarse en el corto plazo.

BMW y MINI han logrado producir una farola que es capaz de cargar un coche eléctrico. Diariomotor
En cualquier caso, aquellas ciudades que cuenten con el modelo de alumbrado que penaliza la disposición de postas de recarga disfrutará de una menor competitividad en el futuro. El principal motivo de ello es que seguirá siendo más difícil la transformación del parque automovilístico.
Las ciudades incompatibles lo tendrán más difícil para la estandarización del coche eléctrico
El aire seguirá siendo de peor calidad, la movilidad continuará siendo más cara, tanto para el consumidor como para los establecimientos, ya que las mecánicas eléctrica siempre suponen un ahorro en términos de mantenimiento.
Del mismo modo, si se llevasen a cabo acciones para remodelar el sistema de alumbrado, se incurriría en un déficit presupuestario que penalizaría la inversión en servicios futuros. ¿Dónde está, entonces, la solución? La disposición de este tipo de postas podría garantizar una homogeneidad eléctrica en el medio plazo.