Qué es la carga ultrarrápida de coches eléctricos y cómo funciona

Cada vez son más los vehículos que ofrecen flujos de recarga para sus baterías de más de 100 kW en los puntos de carga adecuados. La carga ultrarrápida parece ser el futuro de la movilidad eléctrica

Qué es la carga ultrarrápida de coches eléctricos y cómo funciona
El Porsche Taycan 4S es uno de los coches con una mayor capacidad de carga para sus baterías
Publicado en Motor

La movilidad eléctrica todavía se enfrenta a grandes desafíos para ser la opción prioritaria. El despliegue de la infraestructura de recarga de los vehículos eléctricos es lento y además no se está llevando a cabo al mismo ritmo en las distintas regiones de España, dibujando así un escenario bastante descompensado. Además, muchos de los puntos de recarga tienen una capacidad limitada de carga o no funcionan bien. Este hecho, junto al precio elevado de los coches eléctricos, está provocando que el volumen de coches eléctricos en el parque automovilístico general todavía sea limitado.

Esta problemática, que no es exclusiva ni mucho menos de España, está llevando a las marcas a cambiar el desarrollo de sus productos. Los fabricantes están centrando sus esfuerzos no tanto en mejorar la capacidad de las baterías para aumentar la autonomía como en mejorar la capacidad de recarga de las baterías. Aunque para ello los puntos de carga deben acompañar, con flujos de carga rápida y ultrarrápida se logra en pocos minutos obtener energía suficiente para recorrer bastantes kilómetros. Así, pese a que la autonomía general de las baterías sea menor, se pueden recorrer largas distancias sin alterar la dinámica normal de un viaje.

Qué es la carga rápida y la carga ultrarrápida

La carga rápida para los coches eléctricos es aquella en la que se pueden alcanzar o incluso superar la barrera de los 40 a 50 kW de transmisión de energía desde el punto de recarga hacia la batería. Para conseguir esta carga rápida no sólo las baterías y el cargador interno del coche deben soportar estos flujos de energía sin sufrir recalentamientos, sino que también el punto de recarga debe tener esta capacidad de recarga. Cada vez son más los puntos de carga que ofrecen un flujo de energía que se mueve en estas cifras, aunque todavía queda una larga expansión de los mismos.

Por su parte, la tecnología de carga ultrarrápida es aquella en la que las baterías y cargadores de los coches eléctricos aceptan un flujo de energía superior a los 150 kW. Si bien la industria del automóvil está avanzando rápidamente en el desarrollo de sistemas de baterías que aceptan estos flujos de energía y sistemas para disipar el calor generado por las recargas a esta velocidad, el gran debe para esta tecnología es que las estaciones de recarga con más de 150 kW son bastante limitadas, incluso si en España ya existen puntos de carga de hasta 400 kW que permiten recargas completas en 5 o 10 minutos.

El Jaguar I-Pace tiene una capacidad de carga de 100 kW, aunque el cargador externo tenga un flujo superior

El Jaguar I-Pace tiene una capacidad de carga de 100 kW, aunque el cargador externo tenga un flujo superior

Tipos de vehículos eléctricos según su carga

A tenor de lo explicado, los vehículos eléctricos se pueden dividir en cuatro grandes grupos según su capacidad de carga. Si bien esto no es una clasificación que se pueda considerar exacta, sí que dibuja una clara diferenciación en este aspecto. Sobre todo porque aunque cada vez hay más vehículos eléctricos tienen sistemas de carga rápida y ultrarrápida, no todos los motos y coches eléctricos disponen de esta tecnología.

Vehículos de carga lenta

Los vehículos eléctricos cada vez tienen baterías más capaces y admiten niveles de carga más rápida, pero los vehículos urbanos como las motos eléctricas están pensadas para autonomía cortas, tienen baterías ligeras -incluso extraíbles- y la capacidad de carga es reducida. Estas baterías están diseñadas de hecho para que se carguen en las tomas eléctricas domésticas que funcionan con flujos de 2,3 a 7,4 kW. Los tiempos de carga para recargar la batería al completo de estos vehículos es de 4 a 8 horas según la capacidad de las mismas.

Vehículos de carga intermedia

La 'primera generación' de vehículo eléctricos o los coches eléctricos de coste reducido tienen baterías de capacidad intermedia que soportan flujos de carga que rondan de 20 a 30 kW. De alguna forma, este tipo de coches eléctricos están adaptados a los flujos de carga que ofrecen los cargadores públicos estándar que están instalados en los aparcamientos o centros comerciales. El tiempo de carga de estos vehículos eléctricos es de entre una y dos horas dependiendo de la capacidad máxima de sus baterías.

Vehículos de carga rápida y ultrarrápida

Como hemos explicado anteriormente, los vehículos de carga rápida son aquellos que admiten un flujo de carga de 40 a 50 kW para sus baterías. Por su parte, los vehículos eléctricos de carga ultrarrápida tienen una capacidad de carga por encima de 50 kW, aunque a nivel general sólo se considera carga ultrarrápida la que acredita flujos de carga de 150 a 400 kW. Ya son varios los vehículos de producción en serie que tienen esta capacidad, siendo en ese caso complejo encontrar puntos de carga rápida y ultrarrápida acordes a su demanda.

El KIA EV6 es uno de los vehículos con una carga más rápida. Recupera una autonomía de 160 kilómetros en 8 minutos

El KIA EV6 es uno de los vehículos con una carga más rápida. Recupera una autonomía de 160 kilómetros en 8 minutos

Ventajas de tener un vehículo de carga ultrarrápida

Las ventajas de contar con un vehículo eléctrico con carga ultrarrápida son evidentes, ya que un coche de estas características ofrece una gran versatilidad. Como los tiempos de carga de sus baterías son mucho muy reducidos, se puede planificar tanto el uso diario como los viajes más largos con la tranquilidad de que con un cargador ultrarrápido se van a necesitar pocos minutos para conseguir una gran cantidad de energía en las baterías. De hecho, como decíamos, los fabricantes de vehículos parecen tomar el camino de reducir los tiempos de carga en lugar de mejorar la capacidad de las baterías.

Además, hay que tener en cuenta la otra cara de la moneda. No sólo el dueño del coche eléctrico se beneficia de los tiempos de carga reducidos, sino que las propias compañías que proveen de electricidad a los vehículos eléctricos a través de las estaciones de carga rápida y carga ultrarrápida sacan ventaja de esta tecnología. Aunque los tiempos de carga son cortos, la energía suministrada es la misma, lo que significa que reciben los mismos ingresos en menor tiempo. Incluso se pueden ahorrar costes de instalación de varios cargadores ya que cada los coches no ocupan cada punto de carga durante mucho tiempo.

La capacidad de recarga del vehículo determina hasta qué punto se puede aprovechar los puntos de recarga rápidos y ultrarrápidos

La capacidad de recarga del vehículo determina hasta qué punto se puede aprovechar los puntos de recarga rápidos y ultrarrápidos

Cómo saber si mi vehículo tiene carga ultrarrápida

Para saber las características de carga de un vehículo eléctrico hay que tener claro que el factor que limita la velocidad de carga es el propio cargador que llevan los coches eléctricos a bordo. En otras palabras, da igual conectar un coche a un cargador ultrarrápido si el coche no asume esta velocidad de carga. La fuente más fiable para conocer la capacidad de carga del cargador del vehículo es el propio manual del coche, donde además se suele especificar el tipo de cargador que recomienda el fabricante para maximizar la vida útil de la batería.

Aunque la capacidad del cargador interno del vehículo define la velocidad de carga de cualquier coche eléctrico, hay que tener en cuenta que esta cifra de velocidad de carga es la cifra óptima, pero no siempre se alcanza. Factores como la temperatura de la batería o que el punto de carga externo sea compatible y se adapte al cargador del vehículo afectan a la capacidad de carga, pudiendo provocar una velocidad de carga más lenta de la que puede asumir el coche en condiciones normales.

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