Reducir el coste del kWh a 50 euros, ese es el objetivo a largo plazo para los fabricantes
¿Por qué los fabricantes repercuten el alto coste de producción del coche eléctrico al consumidor? Es primordial reducir el precio de estas opciones para sustituir a las mecánicas de combustión interna.

La llegada del coche eléctrico está provocando que el público deba adaptarse a una nueva nomenclatura. ¿Cómo medir la potencia de estos automóviles? ¿Cómo se puede medir la autonomía que pueden ofrecer en conducción real? ¿En qué términos se puede medir la potencia de transferencia energética cuando se cargan? Los kW y los kWh son las 2 magnitudes principales al uso.
La primera de ellas sirve para medir la verdadera potencia que ofrece el coche eléctrico. También se utiliza para valorar la potencia que posee un sistema de recarga, una medida muy útil para calcular, por ejemplo, cuánto tiempo deberá permanecer un automóvil enchufado a la red eléctrica. El kWh, por otro lado, sirve como uno de los mecanismos para calcular la autonomía de cada vehículo.
El coche eléctrico sigue siendo más caro de fabricar que uno de combustión interna
A estos efectos, conviene precisar que lo fundamental para entender el proceso de fabricación de una opción con baterías reside, principalmente, en este componente. La inclusión de un conjunto con celdas basado en el ion litio está ligado a la competitividad. La estandarización de esta innovación requerirá reducir el coste por kWh.
Una compañía de origen chino, Envision Energy, cree que en 2025 se podría comercializar coches eléctricos con un coste de producción de 50 dólares el kWh, unas cifras inimaginables en la actualidad. Bajo esta premisa, el menor precio de estos automóviles respecto de los de combustión interna estaría asegurado. Ahora bien, ¿cómo sería posible alcanzar los resultados que se ha propuesto esta empresa?
Un objetivo de competitividad muy por encima al de Tesla
En la actualidad, el fabricante de coches eléctricos de primer plano con economías de escala más destacadas es Tesla. La compañía, gracias a sus múltiples movimientos realizados en estos años, ha podido reducir el coste de producción de sus baterías. La cadena de montaje trabajando a destajo y la colaboración con proveedores es lo que ha hecho posible esta apreciación.
Fabricantes como Jaguar Land Rover, dada su pertenencia al grupo TATA Motors, o las principales firmas alemanas, están consiguiendo mejores contratos de abastecimiento de recursos relacionados con la movilidad sin emisiones contaminantes. No obstante, esta quiere romper todos los moldes, llegando a un coste de fabricación de 50 dólares el kWh.
Envision Energy es poseedora del proceso de fabricación eléctricO del LEAF y el NV200
Es importante destacar, en este sentido, que esta empresa es la que adquirió todo lo relacionado con la mecánica eléctrica de Nissan, es decir, con todo lo que representa el LEAF y el NV200. ¿Estamos ante una caída muy destacada en el coste que se produce en los centros de producción? De confirmarse los pronósticos de Envision Energy, podríamos estar ante una reducción del precio histórica.
En la actualidad, el medidor que podría garantizar una equiparación entre el coste de producción de un coche eléctrico y uno convencional podría rondar los 100 dólares el kWh. Esto, según se puede leer en el medio de comunicación Forbes, podría conseguirse en el año 2020, lo cual permitiría ser más ventajosa la fabricación de opciones puramente eléctricas para su correspondiente comercialización.
Unos objetivos optimistas jamás antes presenciados en el sector
¡Ni siquiera Tesla se había mostrado tan optimista! Envision Energy, un holding empresarial relacionado con el mercado energético, cree posible reducir el coste hasta los 50 dólares el kWh, para lo cual se ha establecido un horizonte temporal un poco más flexible, hasta 2025. Ahora bien, ¿sigue siendo una alternativa sin fundamento detrás?

El Nissan LEAF es el actual coche eléctrico más vendido de la historia. Motor
Los planes de inversión pasarían por la producción de alternativas más baratas con el objetivo de asaltar los mercados generalistas. En la actualidad, un Nissan LEAF de segunda generación, a eso que se incluyen opciones como el ProPilot o el e-Pedal, supera fácilmente la barrera de los 30.000 euros. ¿Es una opción competitiva? Lo cierto es que no.
El coste de fabricación de un coche eléctrico se debe reducir de manera exponencial
La reducción de costes es la única vía disponible para incentivar al público para que adquiera un coche eléctrico. En cualquier otro escenario, esta opción contará con un precio que seguirá siendo superior a las versiones tradicionales basadas en un motor térmico. Las subvenciones y ayudas públicas, en este sentido, podrán servir para la materialización de una transición ecológica.
Habrá que esperar para ver si este informe pasa de la teoría a la práctica para el medio plazo. ¿Veremos un LEAF a precios equiparables en su segmento? ¿Imaginas este automóvil a un precio situado en torno a los 20.000 euros en su versión estándar? Esto, lo cual parece hoy improbable, podría ser una realidad en los próximos años. Es necesario, no obstante, incrementar la apuesta por esta tecnología.