Señal V-26 de la DGT: qué significa y cómo actuar ante ella

La etiqueta V-26 de la DGT fue la última incorporación a las etiquetas medioambientales que se estrenaron en 2016.

Señal V-26 de la DGT: qué significa y cómo actuar ante ella
Desde 2018, la etiqueta V-26 complementa a las señal V-25. Esta destinada a vehículos de uso compartido (carsharing y motosharing)
Publicado en Motor

La movilidad está en continua evolución y es por eso que las señales de tráfico también deben actualizarse. Hace ya ocho años, en 2016, la Dirección General de Tráfico (DGT) introdujo las denominadas etiquetas medioambientales. La señal V-25, pues este es su nombre técnico, define y clasifica a los vehículos de acuerdo a sus emisiones contaminantes. Un aspecto cada vez más importante si tenemos en cuenta que este es el baremo utilizado en la restricción de acceso, circulación y estacionamiento de cierto tipo de vehículos en las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE).

Sin embargo, se podría decir que la señal V-25 tiene una 'hermana' menos conocida. Se trata de otra etiqueta medioambiental que está dirigida a un tipo de vehículos en concreto y que cada vez es más frecuente ver en las ciudades. Se trata de la señal V-26. Esta etiqueta se introdujo en segunda instancia, en enero de 2018, y aunque su función es idéntica a la V-25 sirve para identificar a los vehículos compartidos que se usan para los servicios de carsharing y motosharing. Su utilización no es obligatoria, si bien es aconsejable y se debe combinar con la propia etiqueta medioambiental V-25.

Cuál es la señal V-26

Aunque la gama de señales de tráfico en España es muy amplia, la relevancia de la conocida como 'pegatina medioambiental' es notable por todo lo que supone en el día a día a nivel de movilidad. La señal V-25 -o la ausencia de ella- define las emisiones de nuestro vehículo y, por ende, el nivel de restricciones a los que se ve sometido en las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE). De forma paralela, la señal V-26, también configurada como etiqueta, define a los vehículos compartidos de carsharing y motosharing para su correcta identificación y gestión de estos a efectos de tráfico.

De esta forma, hay que dejar claro que la etiqueta V-26 está dirigida a coches y motos de uso compartido, entendiéndose como aquellos que se pueden alquiler en cualquier momento para la movilidad urbana, disponiendo de un sistema de reserva, acceso y devolución telemático. La señal V-26 será de uso tanto en los coches o motos compartidos de estacionamiento dedicado, que son aquellos en los que los vehículos se recogen en aparcamientos específicos destinados a la actividad, como en los coches y motos de estacionamiento libre, que se recogen y devuelven dentro de un área operativa determinada.

La señal V-26 es una de las etiquetas medioambientales de la DGT, si bien su estreno fue después de la señal V-25

La señal V-26 es una de las etiquetas medioambientales de la DGT, si bien su estreno fue después de la señal V-25

La señal V-26 al detalle

El Reglamento General de Circulación y el Reglamento General de Vehículos, normativas que regulan el uso de las señales de balizamiento o las nuevas líneas verdes, azules y amarillas en carretera, entre otras muchas cosas, definen el diseño y uso de la señal V-26. En concreto, el Anexo XI del Reglamento General de Vehículos especifica que la señal V-26 se trata de una etiqueta circular de color azul en el que figuran un coche de color blanco con cinco personas a su alrededor del mismo color. En su parte inferior hay un símbolo de la DGT sobre fondo plateado.

De acuerdo con la Orden PCI/810/2018, el uso de esta señal no es obligatoria, si bien desde la DGT se recomienda su uso. En cualquier caso, serán los Ayuntamientos los que determinen en última instancia su obligatoriedad. Más allá de esto, la señal V-26 funciona como una etiqueta y/o adhesivo que debe ubicarse en la esquina superior izquierda interna del parabrisas en el caso de los coches, mientras que la normativa no especifica un lugar concreto para las motos. En este caso, debe colocarse en un lugar que sea fácilmente visible.

La señal V-26 y su relación con la señal V-25

La utilización de la señal V-26 en los vehículos compartidos va ligada al uso de la señal V-25, por lo que los coches y motos de uso compartido deberán portar ambas etiquetas o adhesivos. Al menos será así cuando la etiqueta medioambiental del vehículo compartido en cuestión sea la señal V-25 que define los vehículos ECO, C y B. En el caso de que se trate de un coche o una moto libre de emisiones y que disponga de la Etiqueta 0, cuyo distintivo es del mismo color, la señal V-26 incluirá la mención '0 emisiones' para evitar un doble etiquetado.

Pese a que la normativa contempla todas las posibilidades, lo cierto es que en la inmensa mayoría de los casos la señal V-26 incluye esta mención '0 emisiones', toda vez que el modelo de negocio en torno al carsharing y motosharing está ligado íntimamente a los vehículos eléctricos, toda vez que este tipo de servicios están orientados a contribuir a reducir las emisiones contaminantes en las grandes ciudades y, a la vez, permitir una menor concentración de automóviles en las vías públicas al sustituir a los vehículos privados.

Los vehículos compartidos son los destinatarios de la pegatina V-26, según la normativa de la DGT

Los vehículos compartidos son los destinatarios de la pegatina V-26, según la normativa de la DGT

Definición de vehículo compartido

Al final, los vehículos compartidos cuentan con una definición específica y propia en la normativa de la DGT, por lo es lógico que cuenten con su etiqueta medioambiental propia. En este aspecto, el Reglamento General de Vehículos en su Anexo II, define un vehículo compartido como aquel vehículo destinado al alquiler sin conductor y que está dedicado a su uso concatenado e intensivo por un número indeterminado de usuarios dentro de una zona de servicio delimitada. Estará disponible, en cualquier momento, para ser utilizado mediante el empleo de aplicaciones móviles.

En este aspecto, el reconocimiento por parte de la Dirección General de Tráfico de la figura del vehículo compartido y de los servicios de carsharing y motosharing se antoja como una pieza clave para que las propias administraciones impulsen este tipo de movilidad sostenible. De hecho, cabe señalar que, además de la etiqueta o adhesivo destinada a los vehículos, también el pictograma del coche blanco con cinco personas que define la señal V-26 se puede utilizar para delimitar zonas de aparcamiento dedicadas en exclusiva a este tipo de vehículos y servicios.

El papel del carsharing y motosharing

La definición de vehículo compartido delimita de manera clara los vehículos de carsharing y motosharing que pueden portar esta señal V-26 si así lo determinan los ayuntamientos y excluye, de igual forma, los vehículos destinados al alquiler sin conductor que no cumplen con los requisitos de esta tipología de alquiler. La normativa refrenda así, de algún modo, el valor de estos servicios de vehículos compartidos en la movilidad urbana y las ventajas que pueden ofrecer a corto y medio plazo en las grandes urbes donde la congestión del tráfico es algo habitual.

La propia DGT reconoce que los servicios de carsharing y motosharing tienen una importancia clave a la hora de reducir las emisiones contaminantes en las grandes ciudades, ya que este tipo de vehículos de uso intensivo bajo normas de contaminación mínimas sustituyen al uso de automóviles privados, normalmente más contaminantes. Además, los vehículos de uso compartido también colaboran en reducir la afluencia y ocupación de las vías públicas, ya que junto al transporte público reducen el uso de los vehículos particulares.

El uso de vehículos compartidos se reconoce como una solución necesaria para alcanzar una movilidad sostenible y libre de emisiones

El uso de vehículos compartidos se reconoce como una solución necesaria para alcanzar una movilidad sostenible y libre de emisiones

La motivación de la señal V-26

Por todo lo referido y, aunque conviene insistir en que la señal V-26 no es de uso obligatorio, la mayoría de los ayuntamientos han adoptado esta etiqueta medioambiental en los vehículos de uso compartido de servicios de carsharing y motosharing, así como en la señalización urbana para delimitar zonas de estacionamiento para este tipo de vehículos y servicios. Además, la etiqueta V-26 permite identificar este tipo de vehículos de uso compartido, facilitando así también el trabajo de los agentes que regulan el tráfico.

No hay que olvidar, por último, que los vehículos de uso compartido disfrutan de algunas ventajas a la hora de circular, por lo que contar con la etiqueta V-26 es la mejor llave para acceder a estos beneficios. Por ejemplo, tienen acceso libre a los carriles Bus-VAO, siendo del todo independiente el nivel de ocupación del vehículo en el momento de utilizar esta infraestructura. Cuentan con estacionamiento gratuito o bonificado en las zonas urbanas donde cada ayuntamiento haya establecido una zona SER delimitada en color azul, además de disfrutar, como nos hemos referido, de plazas de aparcamiento designadas especialmente para este tipo de vehículos.

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