Te presentamos el coche más pequeño de la historia: podía llevar una persona y una bolsa de la compra
El Peel P50 fue un microcoche producido por la empresa británica Peel Engineering Company entre 1962 y 1965

La historia del automóvil está llena de vehículos realmente curiosos que se alejan de manera clara de lo que es un coche en el imaginario general. El segmento de los microcoches puede ser el claro ejemplo, más que nada porque década tras década se han creado propuestas de lo más peculiares. Un espíritu que, de alguna forma, parece haber revivido en la actualidad gracias a la tecnología eléctrica y la versatilidad que ofrece. Para muestra el renacer del Microlino o el peculiar Messerschmitt KR-E5000, que a pesar de su impronunciable nombre se produce en España.
Con todo, estos modelos eléctricos tienen su espejo en vehículos que nacieron hace medio siglo como el BMW Isetta, incluido en muchas listas como uno de los coches más feos de la historia. Un espacio temporal en el que también se mueve el protagonista de hoy, el Peel P50. Un modelo del que apenas se vendieron unas 50 unidades entre 1962 y 1965, suficientes en cualquier caso para ostentar un récord Guinness como el coche más pequeño jamás fabricado. Se podría decir que estamos ante el concepto de coche urbano llevado a la máxima expresión.
El coupé de una sola puerta
El P50 no sólo es el coche más pequeño de la historia, sino que también es el vehículo que estrenó el concepto de coupé de una sola puerta. Más allá de etiquetas, lo cierto es que este particular coche tiene una historia curiosa. El Peel P50 fue fabricado durante menos de cuatro años por Peel Engineering Company, un pequeño fabricante afincado en la Isla de Man, meca de 'Tourist Trophy' e icono para los amantes de las motos, pero con una tradición en el mundo del automovilismo prácticamente nula.
Peel Engineering Company apenas fabricó unas 50 unidades del Peel P50 de las cuales todavía existen 27, lo que convierte a este microcoche en todo un objeto de coleccionista, más allá de sus peculiares medidas. El precio de venta por entonces era de apenas 199 libra esterlinas, lo que al cambio actual podrían suponer una 3.500 libras o 4.100 euros. Más allá de su precio, la campaña de marketing quizá es el punto más divertido de esta historia, ya que el Peel P50 se anunciaba como un coche urbano para un adulto y una bolsa de la compra.

El titular no engaña. Se vendía como un medio de transporte para una persona y una bolsa de la compra
Lo cierto es que el Peel P50 ofrecía lo que prometía si tenemos en cuenta que en 1,37 metros de largo y 1,04 de ancho contaba con una puerta en el lateral izquierdo, un faro y un pequeño limpiaparabrisas. El P50 tenía un peso de 59 kilos en vacío, por lo que lo más seguro es que el peso del conductor y de la citada bolsa de la compra fuera superior al del propio coche, que se podía levantar sin grandes problemas a pulso. De hecho, el P50 fue exportado a ciertos países como ciclomotor.
A nivel mecánico, el P50 montaba un motor DKW de 49 centímetros cúbicos con una potencia de 4,5 CV con el que era capaz de alcanzar unos 55 km/h de velocidad máxima, si bien según la complexión física del conductor incluso llegó a registrar velocidades por encima de los 60 km/h. El motor, con un consumo de 2,8 litros de gasolina a los 100 kilómetros, estaba asociado a una transmisión manual de tres velocidades que, como punto curioso, no tenía marcha atrás. Imaginamos que si necesitabas aparcar, sólo tenías que salir del coche y moverlo a pulso.