Tres ruedas, sin volante y con forma de carroza. Así era el primer automóvil de gasolina de la historia

El automóvil se desarrolló a finales del siglo XIX, pero no eran para nada parecidos a los turismos que conducimos ahora.

Tres ruedas, sin volante y con forma de carroza. Así era el primer automóvil de gasolina de la historia
Karl Benz patentó y diseñó a finales del siglo XIX el "Motorwagen", el primer automóvil con motor de gasolina / Mercedes
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Hoy, en la actualidad, los automóviles de todas las clases son la cosa más común de nuestro día a día. Podamos conducirlos o no, los vemos a diario por la calle y en las carreteras. No obstante, su aspecto moderno, útil y aerodinámico no siempre fue así. Desarrollado a finales del siglo XIX, el primer coche con motor a gasolina era bastante diferente, ¡tenía tres ruedas y forma de carroza!

Así es, como te lo contamos. El automóvil tal y como lo conocemos, o al menos en su característico motor de gasolina, fue patentado por el alemán Carl Benz, quien luego fundaría la compañía Mercedes. La historia se remonta a la vísperas de 1879, cuando Benz puso en marcha un motor estacionario de gasolina monocilíndrico de dos tiempos.

El coche diseñado y construido por Benz fue el primer automóvil de gasolina

Desde esta fecha, habría que esperar nada menos que seis años para que el 29 de enero de 1886 el mismo Carl Benz solicitara una patente para su “vehículo propulsado por un motor de gasolina”. El número de la patente, 37435, puede considerarse como el certificado de nacimiento del automóvil. Así lo dice el Grupo Mercedes en su página web oficial.

Carl Benz no iba de farol cuando patentó aquel vehículo, ya que en menos de siete meses los periódicos de Alemania informaron a sus lectores de la primera salida pública del Benz Patent Motor Car de tres ruedas, modelo n.º 1.

El nuevo automóvil con motor de gasolina era tenía una composición curiosa. Tenía tres ruedas, como un triciclo. No disponía de volante como nosotros estamos acostumbrados, era apenas una pequeña manivela. Además, tenía forma de carroza de caballos.

En cuanto a los componentes mecánicos, disponía de un motor con poca fuerza que le permitía alcanzar una velocidad máxima de 16 kilómetros por hora. Probado en viajes cortos, la esposa de Karl, Bertha Benz, se encargó de realizar el primer viaje de larga distancia recorriendo 106 kilómetros. Una prueba que fue todo un éxito.

De las características mencionadas, sería la forma en carroza la que más aguantaría, ya que pronto en los años subsiguientes se diseñaron automóviles con cuatro ruedas, como los de ahora. Respecto a la carroza la razón era simple. A finales del siglo XIX y principios del XX, el coche de caballos, la famosa diligencia del oeste, era un medio de transporte habitual.

A partir de 1890, el desarrollo de los automóviles se volvió frenético. Llegada la primera década de 1914 los diseños ya pueden ser considerados “modernos”. En las grandes capitales miles de estos carruajes a motor eran usados como taxis por los viandantes. Incluso ya habían nacido vehículos de mayor tamaño como autobuses y camiones.

Con el inicio de la Primera Guerra Mundial en 1914 y luego con su gemela luchada veinte años después, los automóviles ganaron la cima como medio de transporte de la sociedad. A día de hoy, el motor de gasolina de Benz está siendo sustituido con rapidez por los motores eléctricos. Compañías como Tesla baten récords en la entrega de coches de esta clase. De hecho, su Model Y fue el más vendido del mundo.

Por otro lado, y para terminar, los motores eléctricos tienen ventajas e inconvenientes, pero su capacidad de producir cero emisiones es imprescindible para luchar contra el cambio climático y el efecto invernadero. Un tema crucial en nuestro tiempo a más de 100 años de la creación del primer automóvil de gasolina.

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