Qué valor tiene que Volkswagen hubiese bajado el coste de batería de los 100 euros el kWh
La firma alemana habría conseguido reducir el coste de las baterías de forma notable en el último año. ¿Qué supone este movimiento en el mercado?
En la automoción disruptiva y sostenible, el coste de producción de baterías sigue siendo el eje del problema. Las baterías siguen siendo muy caras de fabricar debido, principalmente, a que las ansiadas economías de escala no terminan de ser una realidad. Esto hace que se tenga que acudir a factores externos para mejorar la competitividad respecto al resto de fabricantes.
Desde hace un tiempo, no obstante, un selecto equipo de fabricantes está consiguiendo hacer más atractivo el coche eléctrico en el mercado. Poco a poco, la cuota de mercado de la automoción alternativa está robando un mayor protagonismo a las versiones de combustión interna. El diésel, por ejemplo, se ha convertido en el principal damnificado de la llegada de las opciones eléctricas.
Marcas como Volkswagen, en este sentido, son protagonistas de esta nueva forma de entender la movilidad sostenible. La inyección de importantes dosis de capital ha permitido a los verdaderos gigantes de la industria crecer dentro del segmento para ir abriéndose un hueco destacado. Aun así, es preciso, todavía, incrementar la apuesta para reducir la diferencia de coste respecto a los térmicos.
En esta búsqueda se encuentra, de hecho, la compañía que se ha utilizado anteriormente como ejemplo. El fabricante de corte germano, durante el Salón del Automóvil de 2017, llevó a cabo un importante avance de lo que posteriormente sería una realidad. Por aquel entonces, detalló la estrategia que se seguiría durante los próximos años con el objetivo puesto en 2025.
Tras 2 años de uno de los anuncios más llamativos de los últimos años en el grupo empresarial, ¿en qué situación nos encontramos? Al parecer, tal y como se puede leer en el prestigioso medio de comunicación The New York Times la marca alemana habría conseguido reducir el coste de producción de baterías eléctricas hasta situar un mínimo histórico por debajo de los 100 euros el kWh de capacidad.
Un logro que permitirá introducir su gama eléctrica
Tras 2 años desde el lanzamiento, bajo el formato concepto, de su nueva línea I.D., la marca sigue sin sacar ninguno de los modelos mostrados en algunas de las principales citas del mercado de la automoción. No obstante, parece que ahora sí podrán gozar de una cierta posición cuando el I.D 3 llegue en apenas unos meses. ¿Dónde está el truco? Su competitividad ahora es mucho mayor.
La marca de automóviles más importante del mercado alemán no ha producido una opción eléctrica para, literalmente, perder dinero. La firma alemana solo ha valorado la estandarización de un coche eléctrico de garantías una vez ha conseguido reducir el coste de fabricación del componente más destacado de cualquier solución sin emisiones contaminantes; su conjunto de baterías.
Desde el comienzo de las especulaciones sobre la producción y competitividad del I.D 3, la marca siempre se ha mantenido firme en su posición. En todo momento se ha ofrecido el mismo discurso, que no es otro que la inclusión de un mismo precio entre las variantes de combustión interna y las opciones basadas en baterías. Dicho de otro modo, el I.D 3 debería tener un precio parecido al de un Golf.
Como es lógico, habrá diferentes versiones, entre las cuales cabe destacar la alternativa First Edition, una costumbre en el seno de la marca. Disfrutará, entre otras particularidades, de una batería máxima de 58 kWh, por lo que el objetivo es situarse muy próximo a otros modelos del mercado como el Nissan LEAF.
Un mercado incipiente para adelantarse al resto de fabricantes
En la actualidad, la mayor parte de fabricantes está realizando importantes programas de inversión en todo lo referente a movilidad sostenible. El riesgo de que se produzca una conversión en el parque móvil es muy grande, por lo que el beneficio de la duda es lo que está provocando que cada vez más marcas apuestes por la hibridación o la instalación de soluciones híbridas suaves.
En los próximos años veremos nuevas alternativas bajo el logotipo de Volkswagen con mecánicas eléctricas. El objetivo no es otro que anticipar el esperado crecimiento de la demanda de este tipo de vehículo. El usuario, al fin y al cabo, apostará por un mayor ahorro y libertad para moverse por ciudades en las que las restricciones están comenzando a ser una amenaza.
Habrá que esperar todavía unas semanas para conocer con más profundidad qué tal se comporta el I.D 3 respecto al resto de alternativas del mercado y, por supuesto, analizar cómo será su precio y su oferta. ¿Estará próximo a los 30.000 euros? ¿Los superará? De ello dependerá el ritmo de desarrollo de la firma alemana como eje incentivador del coche eléctrico a nivel internacional.