Alemania empieza a aplicar «contacto 0» a Microsoft, cambiando Exchange y Outlook por alternativas libres
Europa quiere la soberanía digital para reducir drásticamente la dependencia de Estados Unidos y sus tecnologías
Desde que Donald Trump vuelve a ocupar el Despacho Oval, varios países de todo el mundo han empezado a desconfiar de las tecnológicas estadounidenses. Más concretamente, los de la Unión Europea, que han aplicado normativas contra ellas que buscan frenar la desinformación y proteger la privacidad digital. Estas medidas han provocado el descontento del presidente de los Estados Unidos de América, que no concibe que se ataque a Google, Apple, Amazon, Meta, OpenAI y otros gigantes del sector.
Y no tener contento a Donald Trump es un problema. Europa depende en gran medida de las infraestructuras tecnológicas de Estados Unidos, porque allí se concentran los servicios en la nube (Azure y AWS, principalmente), las redes sociales (X, Facebook, Instagram, WhatsApp) y otras plataformas digitales críticas. Nada ni nadie garantiza que el magnate no pueda acceder a los datos sensibles de instituciones europeas muy importantes, por lo que Europa ha decidido mover ficha para tener soberanía digital.
Con la soberanía digital, Europa se aseguraría de que los datos de sus ciudadanos estén a salvo al reducir drásticamente la dependencia de las infraestructuras y tecnologías extranjeras. También protegería su competitividad económica y su autonomía estratégica. Es un proceso lento, porque deshacerse de los servicios de Microsoft y Google es muy complicado, pero Alemania ya está en ello reemplazando Exchange y Outlook.
El estado alemán de Schleswig-Holstein ahora usa Open-Xchange y Mozilla Thunderbird
El estado alemán de Schleswig-Holstein ha empezado el proceso de desintoxicación de las grandes tecnológicas estadounidenses. El primer paso ha sido sustituir sus sistemas gubernamentales de correo electrónico y calendario por software de código abierto. Si bien la migración duró alrededor de seis meses, ya no utiliza Microsoft Exchange ni Outlook, sino Open-Xchange y Mozilla Thunderbird. Durante el camino, se transfirieron más de 40 mil buzones de correo y más de 100 millones de mensajes y entradas de calendario. Dirk Schrödter, ministro de Digitalización, declaró:
> Misión cumplida. Desde la Cancillería Estatal y los ministerios hasta el poder judicial, la policía y otras autoridades estatales, nuestros aproximadamente 30.000 empleados han emprendido juntos un nuevo camino. Queremos independizarnos de las grandes corporaciones tecnológicas y garantizar la soberanía digital. Ahora también podemos decir: misión cumplida en lo que respecta a la comunicación por correo electrónico
La transición a los sistemas de correo electrónico y calendario de código abierto ha sido el resultado de años de planificación. El estado alemán ha colaborado con proveedores de código abierto como Nextcloud para hacerlo posible. Ya el año pasado, implementó la suite ofimática LibreOffice, la alternativa libre y gratuita más popular a Microsoft Office, que desde hace años funciona como suscripción mensual o anual.
El ministro de Digitalización cree que esta experiencia ayudará a otras administraciones y países a avanzar hacia tecnologías de código abierto. "Ahora podemos utilizar nuestro conocimiento, desde el análisis de datos hasta la monitorización de centros de datos, para apoyar a otros en el mismo camino". Al momento de escribir estas líneas, el ejército austriaco también ha prescindido de Microsoft Office por LibreOffice, y las agencias gubernamentales danesas y la ciudad francesa de Lyon también están aplicando medidas similares.
"Las últimas semanas y meses han demostrado que una transición como esta no es poca cosa. Somos verdaderos pioneros. Apenas existe un proyecto comparable de esta magnitud en todo el mundo. Nuestro más sincero agradecimiento a todos los empleados. Sin su apoyo, esta transición no habría sido posible", agradeció Schrödter a los empleados que hicieron posible la transición.