El CEO de Duolingo aclara la polémica: no quiere reemplazar humanos con IA
Luis von Ahn aclara el malentendido y advierte que la inteligencia artificial debe usarse con equilibrio

Luis von Ahn, CEO de Duolingo, se convirtió en protagonista de una sonada polémica cuando anunció que la compañía se convertiría en una empresa “AI-first”, es decir, con la inteligencia artificial como eje central de su estrategia. Aunque internamente el mensaje fue recibido con normalidad, de puertas afuera generó un gran revuelo. Muchos usuarios y medios interpretaron las palabras como una declaración de intenciones para abaratar costes, priorizar beneficios y sustituir a trabajadores humanos por máquinas. El enfado se tradujo en una oleada de críticas en redes sociales e incluso en la desinstalación de la aplicación por parte de miles de usuarios que temían perder la esencia de un aprendizaje más humano.
En una entrevista reciente con The New York Times, von Ahn quiso matizar lo ocurrido y aclarar que todo se debió a un malentendido: “No di suficiente contexto”, reconoció. Explicó que, como empresa cotizada en bolsa, muchos asumieron que la apuesta por la IA respondía a intereses meramente económicos, algo que aseguró no se corresponde con la realidad. Según el CEO, Duolingo nunca ha despedido a empleados a tiempo completo de plantilla y no tiene intención de hacerlo en el futuro. Sí admitió que el número de contratistas externos ha fluctuado con el tiempo, aunque lo atribuyó a ajustes puntuales en función de las necesidades del producto.
Hay IA, pero solo los viernes
Pese a la polémica y a la preocupación por las desinstalaciones, el impacto en la cuenta de resultados de Duolingo ha sido mínimo. Von Ahn, lejos de frenar, se muestra más convencido que nunca del potencial de la inteligencia artificial aplicada a la enseñanza de idiomas. Tanto es así que, cada viernes por la mañana, los equipos de Duolingo reservan un espacio para experimentar con nuevas herramientas y prototipos de IA. De forma divertida, han bautizado esta dinámica como “fr-AI-days”, aunque el propio CEO reconoció que todavía no sabe bien cómo pronunciarlo.
El debate, sin embargo, va más allá del caso concreto de Duolingo. La integración de la IA en el ámbito educativo plantea dudas sobre la calidad del aprendizaje, el riesgo de sesgos en los algoritmos y la posible pérdida de confianza por parte de los usuarios. Si bien la inteligencia artificial puede ser una aliada poderosa para personalizar la enseñanza y hacerla más accesible, depender de ella sin supervisión humana puede convertirse en un arma de doble filo. El desafío real, en definitiva, está en encontrar el equilibrio justo entre innovación tecnológica y el valor insustituible del factor humano.