Sam Altman, CEO de OpenAI, advierte sobre lo peor de la inteligencia artificial: "No hay un botón mágico para parar la IA"
La inteligencia artificial general ha despertado los temores de Altman y de otros cuantos millones de personas

OpenAI es una compañía estadounidense especializada en inteligencia artificial que tiene varios proyectos basados en esta tecnología. Sin embargo, el más conocido por todos es ChatGPT que, además, es uno de los bots conversacionales pioneros en la industria, pues fue de los primeros en salir al mercado, concretamente a finales de 2022.
El director ejecutivo (CEO en inglés) de OpenAI es Sam Altman, un joven empresario, inversionista, programador y bloguero nacido en Chicago, al que se lo considera como una de las figuras principales en el desarrollo de la inteligencia artificial.
A pesar de esto, como muchos millones de personas, Altman también tiene algunas reservas sobre la inteligencia artificial. Esta tecnología, que tiene como objetivo cambiar (a mejor) la vida de la gente, también entraña sus riesgos. En una charla para The Economist, junto a Satya Nadella (CEO de Microsoft, compañía que colabora con OpenAI), aseguró que "no hay un botón mágico para parar la IA".
"Habrá un pánico de dos semanas y luego la gente seguirá con sus vidas"
El objetivo de muchas compañías que invierten y desarrollan IA, como OpenAI, es conseguir una inteligencia artificial general (AGI, por sus siglas en inglés). Este tipo de tecnología tiene la capacidad de realizar cualquier tarea cognitiva humana con el mismo nivel de comprensión, aprendizaje y adaptación. A diferencia de la IA Estrecha, la AGI podría resolver problemas nuevos, razonar, aprender de la experiencia y transferir conocimientos, como lo haría una persona de carne y hueso.
En la entrevista a The Economist, Altman calificó a la inteligencia artificial general de "difusa" y considera que "habrá un período de pánico de dos semanas y luego la gente seguirá con sus vidas". Si bien esto podrían ser buenas noticias para los que están preocupados de perder su trabajo, lo cierto es que no tiene "ni idea de lo que pasará después".
"No hay un botón rojo mágico para detener a la inteligencia artificial", aseguró el director ejecutivo de OpenAI, cuyas declaraciones se produjeron hace más de un año, momento en el que ya estaba disponible GPT-4, considerado uno de los modelos de IA más potentes del mercado. Sin embargo, como apuntan muchos usuarios en los comentarios, la inmensa mayoría de la población sigue sin entender o saber usar la IA.
Creo que modelos como GPT-4 ya son herramientas increíblemente poderosas, pero esto depende mucho de quién los use, y creo que en este momento más del 95% de la población, sino el 99%, ni siquiera ha entendido qué son y su potencial - @fabriziocasula en el vídeo de The Economist
A pesar de su popularidad, ChatGPT se tiene que enfrentar a cada vez más modelos de IA de compañías competidoras que buscan ser la opción favorita de los usuarios. La propuesta china DeepSeek ha sacado los colores a OpenAI y resto de jugadores del sector, aunque sus problemas de privacidad han impedido una mayor expansión. Por otra parte, Elon Musk anunció recientemente Grok 3, un bot conversacional que es mucho más inteligente que el anterior; asegura que es superior a sus rivales.