El ocaso del universo: astrónomos confirman que las estrellas nacen cada vez con menos frecuencia
Se ha podido medir con precisión la temperatura del polvo cósmico y el ritmo de nacimiento de estrellas, confirmando que el universo ya dejó atrás su época dorada
El universo está envejeciendo, punto. Y con él, las galaxias que lo habitan también parecen haber perdido parte de su brillo. Un nuevo análisis internacional, basado en una gigantesca muestra de 2,6 millones de galaxias y publicado como preprint, ofrece el retrato más detallado y fiable hasta la fecha del ritmo de formación estelar y de la temperatura promedio del polvo galáctico. El resultado nos ofrece una visión curiosa del cosmos: empieza a entrar en la vida adulta, tirando hacia la tercera edad.
La formación de estrellas toca a su fin
El estudio, que ha sido explicado en la página web de la Universidad de Columbia Británica, combina los datos obtenidos por el telescopio espacial Euclid, junto con observaciones en el infrarrojo lejano del satélite Herschel. Gracias a ese trabajo en equipo, los astrónomos han podido estimar con una precisión sin precedentes cómo ha evolucionado la temperatura media del polvo cósmico, ese material que envuelve y alimenta las estrellas, a lo largo de miles de millones de años.
Ryley Hill, autor principal del estudio e investigador de la Universidad de Columbia Británica, asegura que "en el pasado, los investigadores no disponían de una muestra lo suficientemente grande o podían pasar por alto poblaciones clave de galaxias frías o calientes. Gracias a la exhaustividad de Euclid, ahora es posible medir las temperaturas del polvo con una precisión irrefutable".
Los resultados afirman que el polvo interestelar era unos 10 grados más caliente hace 10.000 millones de años, alcanzando los 238 °C. Aunque esa cifra pueda parecer ridícula en términos cósmicos, representa la temperatura media de galaxias enteras, compuestas en su mayoría por espacio vacío. Hoy, ese mismo polvo se ha comprobado que se ha enfriado de forma notable, lo que nos indicaría que el universo que se está apagando.
Pero, ¿qué tiene que ver la temperatura de ese polvo? En realidad, esa medida está directamente ligada a la formación de estrellas. Las galaxias más activas y jóvenes, con tasas elevadas de nacimiento estelar, muestran un polvo más caliente. Las más viejas, en cambio, poseen menos actividad y temperaturas más frías. Douglas Scott lo resume de manera concisa: "la cantidad de polvo en las galaxias y sus temperaturas han disminuido durante miles de millones de años, lo que significa que hemos superado la época de máxima formación estelar. Los granos de polvo están relacionados con la formación estelar, y cuando las estrellas se consumen, generan una gran cantidad de granos de polvo en el proceso."
Gracias a este estudio, no solo podemos conocer que el cosmos está envejeciendo, sino que también podemos encontrarnos con pistas para descifrar enigmas sobre la naturaleza de la materia oscura, la energía oscura y la gravedad. El telescopio Euclid, de 1,2 metros de diámetro y liderado por la Agencia Espacial Europea, tiene como misión cartografiar en tres dimensiones la estructura del universo con una precisión sin precedentes.
Por el momento, ya ha mapeado un área 30 veces mayor que la usada en este estudio, y apenas está comenzando. En los próximos años, Euclid seguirá investigando el universo y sumará nuevas piezas a su puzle. Ahora sabemos que el universo, además de expandirse, se está enfriando. La realidad que conocemos se hace cada vez más mayor, mientras cada vez menos estrellas nacen para iluminarlo.