El MIT vuelve a sorprender creando electricidad solo con cambios de temperatura
Conscientes de la importancia de la electricidad, los expertos continúan creando ingeniosos inventos para generarla. Ahora es posible crear electricidad solo con cambios de temperatura. ¿Cómo se logra realmente esto?
El mundo de las energías recibe nuevas actualizaciones cada poco tiempo. Recientemente hablábamos en Urban Tecno de que ya es posible generar electricidad moviendo un solo dedo y no, no se trata de magia. Eso mismo podríamos pensar del nuevo invento que llega del MIT, centro de investigación caracterizado por dejarnos impresionados con sus descubrimientos.
En esta ocasión, el MIT no se ha centrado en la fuente de energía en tendencia, los excrementos de perro, sino en algo casi más inesperado. Los cambios de temperatura, esos de los que eres testigo entre el día y la noche, representan el centro de la nueva investigación que pretende aportar un nuevo método para crear electricidad.
No sabemos si la energía creada por este generador tan sorprendente será utilizada para la iluminación inteligente de las carreteras de Noruega, pero sí podemos asegurar que será empleada de forma útil. Y no es para menos, ya que esta forma de generar electricidad es ya una gran opción para el futuro.
Resonador térmico o cómo aprovechar el día y la noche
Los nuevos inventos que están surgiendo en el ámbito de la electricidad aprovechan al máximo esos detalles que pasan desapercibidos para la mayoría. Es difícil imaginar que del movimiento de un solo dedo puede nacer energía, pero gracias a unos investigadores es verdad. Lo mismo ocurre con los cambios de temperatura que se dan entre el día y la noche. ¿Cómo esas variaciones pueden generar electricidad?
La respuesta recibe el nombre de resonador térmico y, como hemos mencionado, detrás de todo se encuentra el prestigioso MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts). Así lo explica el propio centro en un comunicado, que hace hincapié en la importancia que los dispositivos termoeléctricos ha tenido en las últimas investigaciones.
Sin embargo, el nuevo generador no aprovecha la diferencia de temperatura en los dos extremos, como sucede con esos dispositivos termoeléctricos, sino que se nutre de la temperatura que se da en el mismo ambiente. De esta forma, el resonador térmico ha sido creado con la misión de aprovechar los cambios de temperatura entre la noche y el día.
Anton Cottrill y Michael Strano son los líderes del equipo que ha llevado a cabo este estudio, y está claro que no han dejado ningún detalle al azar. Así, este dispositivo funciona incluso en la sombra, ya que no se ve afectado por cambios en las condiciones del ambiente, como la aparición de nubes o de viento.
Con esta idea, los investigadores han querido aprovechar una idea casi ignorada hasta el momento. Michael Strano, uno de los autores, lo explica con las siguientes palabras:
Hemos construido el primer resonador térmico. Es algo que puede situarse en un escritorio y generar energía a partir de lo que parece nada. Estamos rodeados de fluctuaciones de temperatura de todas las frecuencias diferentes todo el tiempo. Estas son una fuente de energía sin explotar.
Parece claro que el MIT ha descubierto una "mina de oro" en cuanto a lo que la generación de electricidad respecta. Pero, ¿cómo han sido las primeras pruebas de este resonador térmico? ¿Es fiable? ¿Cuáles podrían ser sus aplicaciones?
Uno de los materiales más importantes de la historia
Obviamente, los responsables de esta investigación se han dedicado a probar este dispositivo en diferentes condiciones antes de mostrarlo al mundo. El test más fiable tuvo lugar durante varios meses en un tejado de uno de los edificios del MIT, según afirma Noticias de la Ciencia. Allí, el resonador térmico de prueba pudo demostrar que sirve para generar y almacenar electricidad.
Y no solo eso, sino que su rendimiento en ese tejado ha sido mejor que el de otro dispositivo creado con material piroeléctrico comercial de mismo tamaño, que también aprovecha las variaciones de temperatura para crear energía.
El material con el que está formado este sorprendente resonador térmico está optimizado para la efusividad térmica, es decir, una propiedad que describe con qué facilidad el material puede extraer calor de su entorno o liberarlo. Los investigadores comprobaron una muestra de una combinación de varios materiales, que logró que con, solo una diferencia de temperatura de 10 grados Celsius entre la noche y el día, se producían 350 milivoltios de potencial y 1,3 milivatios de potencia.
Esta energía es suficiente para alimentar sin problemas pequeños sensores ambientales o sistemas de comunicaciones. Todo esto se debe a la mezcla de espuma de metal, grafeno y octadecano, tres sustancias que juntas ya son "el material de efusión térmica más alta de la historia hasta la fecha", según el investigador Strano.
Ya ves que esos cambios de temperatura entre la noche y el día a los que no solemos darles mucha importancia pueden ser claves a la hora de generar electricidad. Pero, ¿para qué podría servir la energía creada de esta forma?
El futuro pinta prometedor
Es inevitable pensar en las posibles aplicaciones de ese material con la efusión térmica más alta hasta el momento. Son los propios investigadores los que nos abren un poco la mente y dejan ver su posible uso en los próximos años.
Los niveles de potencia del resonador térmico son modestos por el momento, pero ya son suficientes para alimentar sensores ambientales o sistemas de comunicaciones. Además, en el futuro este dispositivo podría permitir un funcionamiento continuo durante años de los sistemas de teledetección, por ejemplo, sin necesidad de otras fuentes de alimentación o baterías.
Finalmente, Kourosh Kalantar-zadeh, profesor de la Universidad RMIT de Melbourne, ha afirmado que el resonador térmico puede jugar un papel inesperado en las unidades de aprovechamiento energético complementarias. Si el proyecto recibe la inversión necesaria, este experto cree que puede convertirse en uno de los sistemas de recolección de energía claves en el mercado.