Donald Trump cede un poco ante la industria automotriz: los aranceles van a ser menores de lo que se pensaba
La industria automotriz está al borde del colapso en Estados Unidos. Puede que este «pequeño cambio» ayude a mantenerlo a flote

La industria automotriz está en plena transformación. Cada vez hay más interés por los vehículos eléctricos por sus amplios beneficios (son más respetuosos con el medioambiente, necesitan menos mantenimiento al no tener tantas partes móviles y recargarlos suele ser relativamente económico, ya que la electricidad tiende a ser más barata que la gasolina o el diésel), además de que poco a poco se están solucionando sus inconvenientes, principalmente relacionados con las baterías.
Los fabricantes «tradicionales» del sector están invirtiendo mucho dinero en el desarrollo de coches eléctricos. Pero no tanto como China. El país asiático se ha convertido en el principal productor de este tipo de vehículos, ofreciendo propuestas de última generación con excelente relación calidad-precio. Uno de los mejores ejemplos lo encontramos en el Nio Firefly, que destaca por su sistema de intercambio de baterías.
Uno de los ases para frenar su expansión en Estados Unidos son los aranceles. Sin embargo, es un arma de doble filo, ya que la política de Donald Trump y su guerra comercial con China también afecta a otras firmas. Por este motivo, está dispuesto a flexibilizar «ligeramente» sus medidas. Un pequeño respiro para las marcas más consolidadas del sector.
Los importadores podrán solicitar pequeños reembolsos por los aranceles
A principios del pasado mes de abril, en Urban Tecno informamos de que cuatro grandes de automóviles europeas habían detenido o estaban planeando detener sus envíos a los Estados Unidos de América. Jim Farley, director ejecutivo de Ford, aseguró que "estamos viendo mucho costo y caos" por los aranceles impuestos por el magnate estadounidense.
El presidente del país norteamericano afirmó "darle igual" si subían los precios de los vehículos. Pero como es habitual en el polémico empresario, parece haber cambiado de opinión. Tras ser advertido de las consecuencias de su guerra comercial con la segunda economía del mundo, funcionarios del gobierno han indicado en los últimos días que Trump firmaría una orden ejecutiva que mitigaría parte del impacto de los aranceles de importación del 25%.
La nueva estrategia de Donald Trump no consiste en eliminar el arancel del 25% sobre todos los vehículos de importación, sino evitar la acumulación de otros, como el acero y el aluminio, para evitar que el precio se incremente todavía más. Según The Wall Street Journal, la medida será retroactiva, y los fabricantes de automóviles que hayan pagado aranceles al aluminio o al acero, además del de importación, podrán solicitar un reembolso por los primeros.
Los importadores de vehículos podrán solicitar pequeños reembolsos: hasta el 3,75% del valor de un automóvil fabricado en Estados Unidos durante un año y, posteriormente, el 2,5% de su valor durante el segundo año. No obstante, el gobierno todavía no ha anunciado hasta qué punto facilitará este proceso.