OpenAI, la desarrolladora de ChatGPT, se ha convertido en la empresa privada más valiosa del mundo

La compañía de Sam Altman se ha comprometido a gastar 300 mil millones de dólares en Oracle Cloud Services durante los próximos cinco años

OpenAI, la desarrolladora de ChatGPT, se ha convertido en la empresa privada más valiosa del mundo
Oficinas de OpenAI
Publicado en Tecnología

Empresas dedicadas a la inteligencia artificial hay muchas, y cada vez más, pero ninguna tan influyente como OpenAI. Concebida originalmente como entidad sin ánimo de lucro a finales de 2015 en San Francisco (California) por Sam Altman y Elon Musk —entre otras cuantas personas—, su bot conversacional ChatGPT se ha vuelto una de las herramientas de IA más populares del mundo. Se estima que entre 700 y 800 millones de personas lo utilizan semanalmente para diversas tareas, como mejorar la productividad en el trabajo, terapeuta o médico personal (no es recomendable sustituir a los profesionales de la salud por este tipo de sistemas).

Las últimas semanas han sido muy importantes para OpenAI. La compañía capitaneada por Altman lanzó a principios del pasado mes de agosto GPT-5, su modelo más avanzado más "inteligente, rápido y útil hasta la fecha". Sin embargo, fue muy criticado por la comunidad por no ofrecer el rendimiento esperado, hasta el punto de que OpenAI tuvo que traer de vuelta GPT-4.5, además de reconocer el estropicio. Por otro lado, acaba de presentar Sora 2, su herramienta de generación de vídeo que mejora los problemas de la primera versión, y promete ser una revolución en la creación de contenido.

Por si fuera poco, hace unas horas se ha sabido que OpenAI se ha convertido en la empresa privada más valiosa del mundo, superando a SpaceX de Elon Musk. El motivo es que ha vendido 6.600 millones de dólares en acciones de empleados actuales y anteriores, como ha informado Boomberg.

La valoración total actual de OpenAI es de 500 mil millones de dólares

La venta de las acciones no supuso una ronda de financiación convencional, ya que el efectivo fue a parar a personas que ya tenían acciones en OpenAI, en lugar de destinarse a las arcas de la compañía. Los principales compradores fueron SoftBank, Dragoneer Investment Group, Thrive Capital, MGX y T. Rowe Price.

No obstante, la venta de acciones ha sido una buena herramienta de retención, ya que OpenAI se ha topado con un rival cada vez más feroz: Meta y sus Superintelligence Labs. La compañía fundada por Mark Zuckerberg, tras el fracaso del Metaverso, ha decidido apostarlo todo a la inteligencia artificial, hasta el punto de «robar» talento al creador de ChatGPT. A lo largo de este verano, Meta ha atraído, al menos, a siete ingenieros de primer nivel de OpenAI mediante suculentos incentivos, como bonos de firma multimillonarios.

La venta de acciones es una muestra de la capacidad de OpenAI para recaudar efectivo según sea necesario, sobre todo teniendo en cuenta de los ambiciosos planes de infraestructura de la compañía. Se ha comprometido a gastar 300 mil millones de dólares en Oracle Cloud Services durante los próximos cinco años, una cifra que supera ampliamente sus ingresos o reservas actuales. No obstante, NVIDIA anunció hace unos días su intención de invertir 100 mil millones de dólares en OpenAI como parte de una asociación de infraestructura estratégica. La guerra por tener la inteligencia artificial más potente sigue en marcha, y de momento no hay un claro ganador.

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