Stella Vie, así es el coche solar que ha ganado la 30º edición del World Solar Challenge
La World Solar Challenge es una competición en la que los bólidos, creados principalmente por Universidades de todo el mundo, compiten utilizando únicamente energía solar. ¿Qué características reúne el Stella Vie para haberse alzado con el primer puesto?

La conducción eléctrica, pese a que sabemos que acabará tomando un papel protagonista en la movilidad del futuro, aún no sabemos bajo qué concepto. Durante las últimas semanas estamos viendo proyectos como la red de carga de Tesla mediante los llamados Superchargers o programas como Ionity, en el cual participan varios fabricantes.
¿Quién dice que el coche del futuro será cargado mediante un cable? Es más, ¿quién afirma que la red eléctrica convencional será la que permita circular al coche del futuro? Podría ser posible que, por qué no, las placas solares tuviesen un papel fundamental en los próximos años.
La energía solar aún no ha encontrado su sitio en la movilidad del futuro
Por el momento, pese a que existen varias alternativas actuales como el Lightyear One o la Dethleffs e.home, lo cierto es que sigue sin mostrar una viabilidad palpable, al menos no en el corto plazo.
Ante esta situación, ¿podemos imaginar una carrocería repleta de placas solares? Quizás es aún pronto para verlo, pero competiciones como la World Solar Challenge nos hacen creer en este tipo de proyectos. Hace unas semanas te mostramos en qué consiste esta curiosa competición a raíz de que estaba disputándose la última edición.
Ahora, tras la finalización de la prueba, hemos sabido qué vehículo participante se ha hecho con la victoria. Su nombre en cuestión es Stella Vie, demostrando cómo el intenso trabajo realizado en la Universidad de Eindhoven, situada en los Países Bajos, ha servido de recompensa.
Stella Vie, un coche venido del futuro plagado de placas solares
El modelo producido por la Universidad de Eindhoven ganó en la modalidad Cruiser, la más importante de las 3 en las que se permite participar. Esta consistía en acumular puntos de eficiencia que variaban en función de los logros obtenidos por un menor consumo de energía.
El Stella Vie consiguió más del doble de puntos que el segundo clasificado, obteniendo un total de 80 puntos. ¿Cómo lo logró? Uno de los principales culpables de la hazaña conseguida por este equipo de ingenieros ha sido el sistema que ha ofrecido Ericsson, el cual les permitía elegir la mejor ruta posible para ahorrar energía en función de unas variables.
La plataforma Solar Navigator, según se puede leer en el portal Green Car Reports, permitía al equipo saber aspectos metereológicos, de tráfico o posibles obstáculos en el recorrido que podrían mermar la capacidad de las baterías.
Aprovechar la energía solar en esta prueba era básico para competir
Las rutas que debían seguirse, como es lógico, tenían como principal aliciente aprovechar la energía solar el mayor plazo de tiempo posible cada día. Siguiendo esta tónica, los poco más de 3.000 kilómetros que separan las ciudades de Darwin y Adelaida han podido ser completados por el Stella Vie priorizando, sobre todo, en la obtención de energía.
Este prototipo ganador, aunque parezca mentira, cuenta con una disposición familiar, la cual da opción para que varios pasajeros viajen en su habitáculo. De hecho, esta es una necesidad para competir en la modalidad Cruiser, la opción que tiene en cuenta el cumplimiento del recorrido completo.
Un concepto que mira hacia la conducción del día a día
Tal y como comentábamos al inicio del artículo, todavía es pronto para anticipar, ni siquiera, que en el futuro podamos ver carga de baterías de coches eléctricos a través de placas fotovoltaicas. No se considera una opción factible, pero en la World Solar Challenge no lo ven desde este punto de vista.

El Stella Vie contó con un sistema creado por Ericsson que contribuyó de forma efectiva a su primer puesto en la competición. Solar Team Eindhoven
Es más, desde los años ochenta llevan contemplando esta posibilidad. El BP Solar Trek, el icónico modelo que dio vida a esta competición, ya hizo posible asimilar desplazamientos mediante placas solares. No era rápido, ni contaba con una gran autonomía, pero ahí estaba, contando con el apoyo del sector energético.
Ahora, todo ha cambiado. Sin embargo, el mismo director de la prueba, Chris Selwood, en unas declaraciones realizadas durante la celebración de la 30ª edición de la competición, dejó claro cómo este tipo de proyectos, al fin y al cabo, pueden tener una repercusión en la producción de automóviles aptos para el consumo.
Cuando su automóvil esté estacionado en casa, podrá estar cargando y devolviendo energía a la red gracias a la tecnología solar. Estos increíbles bólidos solares han sido diseñados pensando en el mercado comercial.
Viendo la situación actual, ¿crees que la conducción eléctrica llevará aparejado su propio sistema de obtención de energía solar? Hoy día parece improbable, pero lo mismo ocurría con rangos de autonomía cercanos a los 500 kilómetros, ¿verdad?
Habrá que ver si en los próximos meses aparecen nuevas propuestas en el mercado que faciliten la llegada de nuevos mecanismos para obtener energía eléctrica. Al fin y al cabo, el coche eléctrico será la opción más demandada en los próximos años y, ante ello, cualquier solución al respecto será bienvenida.