Acaban de diseñar y crear una mano protésica única. Esta fabricada con células musculares humanas, pero es robótica
El elemento clave de este apéndice es lo que se ha denominado como "actuadores de tejido muscular múltiple"

El sector de la robótica avanza con paso firme hacia una era donde los seres humanos podamos dar múltiples usos a nuestras creaciones mecánicas, de diferentes materiales. Hemos hablado largo y tendido de diferentes tipos de máquinas, quizás tienen poco que ver con los robots que el cine nos ha presentado, y ahora es el turno de un tipo de mano que utiliza tejidos humanos para moverse.
Manejando manos robóticas con tejido humano
Viajamos hasta la Universidad de Tokio y la Universidad de Waseda para hablarte de un reciente artículo publicado en la revista científica Science Robotics, en el que los responsables de la investigación nos presentan una mano biohíbrida capaz de mover objetos e, incluso, de jugar a piedra, papel y tijera. ¿El secreto? Tejidos musculares creados en laboratorio a partir de células humanas.
La mano robótica ha utilizado pequeñas tiras de estos tejidos, enrolladas a modo de pieza de sushi, para poder facilitar el movimiento de los dedos. En realidad, los investigadores han denominado a esta tecnología como MuMuTA, acrónimo de Actuadores de Tejido Muscular Múltiple, en un intento por dar los primeros pasos para la creación de extremidades biohíbridas de mayor tamaño.

Desglose de las diferentes partes de la mano biohíbrida
Su potencial es magnífico. No solo estamos hablando de crear extremidades para su uso prostético, sino también de fabricarlas para realizar pruebas con diferentes medicamentos en tejidos musculares o para crear robots capaces de imitar otras formas de vida. La mano se compone de una base fabricada mediante impresión 3D y cuenta con los MuMuTA como una de las claves de su éxito, según explica el profesor Shoji Takeuchi:
Esto son tiras finas de tejido muscular cultivado en un medio de cultivo y después enrollado en un manojo como un trozo de sushi para crear cada tendón. Crear los MuMuTA nos ha permitido superar nuestro mayor reto, que era asegurar la suficiente fuerza de contracción y longitud en los músculos para manipular la gran estructura de la mano.
Uno de los grandes problemas a la hora de cultivar este tipo de tejido en laboratorio es que suele sufrir de un proceso conocido como necrosis, es decir, la muerte del tejido. Esto suele suceder debido a la falta de nutrientes en el centro del tejido. Para solucionarlo, se han utilizado pequeños y finos fragmentos de tejido, capaces de actuar como un solo músculo.
Scientists have developed a biohybrid hand that is powered by bundles of thin human muscle tissue, which can individually control fingers through tendon-like cables.
— Science Magazine (@ScienceMagazine) February 18, 2025
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Si se quieren mover los MuMuTA, se les aplica una corriente eléctrica. Los investigadores consiguieron que la mano replicase el gesto de tijera del famoso juego de manos, además de conseguir que los dedos agarrasen y moviesen una pipeta del laboratorio. Y dado que hablamos de tejidos musculares, estos no están exentos de sufrir la misma fatiga que sufrimos nosotros.
Shoji Takeuchi asegura en el comunicado publicado en la página web de la Universidad de Tokio que, aunque no ha sido algo sorprendente, "fue interesante que la fuerza de contracción de los tejidos disminuyese y mostrase signos de fatiga tras 10 minutos de estimulación eléctrica". Eso sí, los tejidos se recuperaban "con una hora de descanso".
Otra limitación actual de la mano es que, actualmente, debe estar sumergida en un líquido, para evitar que los anclajes que unen músculos con la mano tengan fricción. En el futuro, parece que este líquido podrá ser eliminado de la ecuación. El propio Shoji Takeuchi asegura:
El campo de la robótica biohíbrida está en su etapa infantil aún, con muchos retos fundacionales para ser superados. Una vez estos osctáculos básicos sean solucionados, esta tecnología podría ser utilizada en prostéticos avanzados y podría servir como herramienta para entender cómo los tejidos musculares funcionan en sistemas biológicos, para probar procedimientos quirúrgicos o medicamentos dirigidos a los tejidos musculares.